Unidades de Flagrancia Delictiva: ¡multiplicaos!

Los organismos que integran el Sistema Nacional de Justicia son a menudo objeto de ácidas críticas, básicamente por la lentitud para resolver las causas, dejando en las víctimas o agraviados una halo de impunidad y de insatisfacción.

El malestar de los justiciables es entendible, pero siendo imparciales hay que reconocer que los niveles de criminalidad y de desacato a las leyes se han multiplicado exponencialmente en el Perú, a contraposición del número de magistrados, auxiliares, defensores públicos, que integran el Sistema, así como la capacidad logística mínima que se requiere para hacer su labor en plazo razonable y justo y cuyo presupuesto asignado por el Estado no difiere mucho al que recibían décadas atrás con menor densidad poblacional e índices de pobreza y pobreza extrema, caldo de cultivo para la delincuencia; los aumentos recibidos son estéticos, para aparentar que se les ha mejorado, pero no alcanza por ejemplo para echar andar iniciativas brillantes como la impulsada por la past presidenta del Poder Judicial Dra. Elvia Barrios y continuada por su sucesor Dr. Javier Arévalo, el de las "Unidades de Flagrancia Delictiva", para investigar y sancionar los delitos comunes de manera exprés.

Con estas unidades se busca una justicia célere y eficaz, descongestionar la carga procesal de otros juzgados, ahorro de recursos públicos, y cito palabras de la Dra. Barrios en la inauguración de la unidad piloto en junio de 2022 en El Porvenir – La Libertad: "Proceso podrá resolverse en 3 sesiones de audiencia y el costo no llegaría a S/1,600, a diferencia de la duración actual de 11 meses, 2 sesiones en promedio, con un costo aproximado de S/ 12,000"; como vemos, enormemente conveniente para el país. También se resalta que funcionen en un mismo local el Ministerio Público, el Poder Judicial, la Policía Nacional y la Defensa Pública del Ministerio de Justicia y es posible que pronto se integre a personal del INPE, además cuentan con una sola mesa de partes, todo se tramita en el mismo lugar, a donde es puesto a disposición el detenido en flagrancia (cometiendo un ilícito penal) y resolviéndose el caso en un promedio de 24 horas.

Actualmente, son varias las Unidades de Flagrancia Delictiva en funcionamiento, incluso en Lima, no obstante su número es insuficiente para la enorme demanda de delitos comunes que ocurren cuyo promedio al mes es de 36,000, según la PNP.

Para consolidar su éxito y sostenibilidad en el tiempo, se requiere de la alianza estratégica entre los que componen el Sistema de Justicia y las autoridades subnacionales, quienes pueden proveer los inmuebles donde habrán de funcionar las unidades, como sucede con los Centros de Emergencia Mujer, un claro ejemplo de sinergia, trabajo en equipo, que contribuye a la ansiada paz social. Solo queda decirles, ¡MULTIPLICAOS!

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