Una primavera para la poesía
El siglo XXI bien podría rebautizarse como el siglo de la tragedia y la barbarie: una pandemia nos recordó que somos vulnerables frente a la muerte y las guerras nos vomitan a diario la indiferencia de naciones que se han constituido en espectadoras de la desgracia. Miles mueren asesinados y es como si esa sangre no nos tocara. La indignación se ha reducido a eso, a una palabra, a un manojo de sílabas que se pronuncian, pero no se ejecutan, no se traducen en hechos que detengan la masacre. Leemos muros incendiarios en las redes y, luego, en aquellos mismos muros, imágenes sin memoria donde la vanidad y el hedonismo se apoderan de ellos. Todo es un flashback que se sucede como el parpadeo de un pájaro ante las luces. Es nuestra civilización, nuestras culturas como hábitos fugaces donde la solidaridad, la misericordia o la redención son la estela de un sueño que acaso sobrevive cuando retornamos a las páginas de un libro de poemas. A su singularidad para perturbar, para quebrarnos el aliento con el filo de sus imágenes o con la garra que penetra nuestros silencios y los transforma en esa canción que tarareamos cuando nos abraza la noche, su oscuridad de temblor, su espejo. Ese espejo que el miércoles, en Lima, nos pondrá frente a cincuenta y cinco poetas de diecisiete países que se congregarán aquí para demostrarnos que todavía es posible la utopía. Cincuenta y cinco poetas que llegan con sus múltiples registros para repetirnos que el corazón del mundo aún palpita en sus palabras. El XII Festival Internacional Primavera Poética es una apuesta por la re(e)volución de la ternura, del abrazo que une continentes. No es una primavera de flores, es una primavera de jardineros, de hombres y mujeres que llegan a sembrar fuego con el agua de sus realidades. Por eso la expectativa es grande. No es un concilio para celebrar el arcoiris, es un cónclave para reconstruirlo. Gracias a las instituciones que lo hacen posible, a los organizadores: Gerencia de Cultura de la Municipalidad de Lima & Fundación Iberoamericana para las Artes; a sus patrocinadores: Instituto Cervantes, Universidad de Ingeniería y Tecnología, UTEC, municipalidad de Barranco, Cámara Nacional de Educación, Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; a sus aliados, por entregarle a la humanidad una primavera para la poesía. “Ya viene el día, ponte el alma”.
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