"Una generación maligna y perversa"
Cada vez más vigente la exhortación que hiciera el apóstol Pablo a los cristianos de Filipos, otrora ciudad de Macedonia al norte de Grecia, entre los años 60 y 62 después de Cristo, en el capítulo 2 versículo 15, de llevar una vida intachable y sencilla al estar “en medio de una generación maligna y perversa”, recordemos que la iglesia se encontraba en plena persecución por parte del Imperio Romano.
Han pasado más de dos mil años de aquella instrucción y esta permanece más viva y eficaz, porque si nos echamos a ver los niveles de violencia e insania a los que hemos llegado: Violencia sexual inclusive de padres a hijos varones, la mayoría menores de edad, secuestros, feminicidios y asesinatos con extrema crueldad y sadismo, parricidios, asaltos y robos seguidos de muerte, extorsiones, sicariato, etcétera. Y a esto esto habría que sumarle la corrupción tan enraízada que nos degrada como Nación y cauteriza nuestra conciencia. Haríamos bien en aceptar que somos una sociedad enferma y lo que es peor, que hemos entrado en un estado de “sopor”, de “adormecimiento”, no nos escandalizamos ni protestamos, la filosofía parece ser, “en tanto no me toque a mí y a mi entorno, para qué exponerme al peligro de represalias”, presentamos un alto umbral a la violencia y corrupción, que hemos prácticamente aprendido a convivir con la descomposición.
Y me permito hacer todas estas reflexiones, a propósito también que la maldad y el maltrato están desatados también contra los animales domésticos, ahí está el caso por ejemplo de un perrito enterrado vivo en un cementerio de Chiclayo, que no comió ni bebió agua y estuvo en la más absoluta oscuridad por varios días hasta ser rescatado, aquello nos confirma que somos una generación maligna y perversa e indignantemente que aún sigue siendo letra muerta la Ley Nº 30407, porque hasta dónde se sabe las escasas sanciones para los agresores de animales han sido benignas, a nadie aún se le ha aplicado máxima carcelería efectiva que regula la norma que va de 3 a 5 años, o la sentencia es suspendida o les imponen trabajos comunitarios y multa es un ripio, una vergüenza.
La citada ley busca supuestamente “garantizar” el bienestar y protección de la vida de estos seres vivientes y también el “prevenir”, impedir el maltrato y crueldad de parte de los humanos hacia éstos, al menos así reza su texto, pero ya vemos, el papel aguanta todo.
A ningún congresista, ministro o alcalde, salvo el caso del alcalde de Surco, Carlos Bruce y en recientes días el de Lima Metropolitana, Rafael Aliaga, parece interesarles esta problemática, dicen ser pet lovers (amantes de las mascotas), pero de la lírica no pasan, sobre todo porque estas autoridades tiene poder de decisión o vigilancia en razón de sus cargos y además también porque la ley establece que las municipalidades, el Ministerio Público y la Policía Nacional, tienen que atender las denuncias que se cuentan por cientos e “intervenir para garantizar la aplicación de la norma”. Aquí también aplica aquello de “¿quién fiscaliza a los fiscalizadores?”, “¿quién los denuncia por omisión de funciones?”.
Sugiero mega operativos periódicos con intervención de la dirección de inteligencia de la PNP, fiscales y servidores municipales en las zonas ya conocidas donde trafican a costa de la salud y la integridad de los animales domésticos y los detengan en flagrancia delictiva y se les aplique prision preventiva para luego ser sancionados con cárcel de hasta 5 años. Deben desactivarse esas bandas criminales, porque lo son y sumárseles las penas por serlo (junto al maltrato animal), al darse un Concurso de Delitos.
Finalmente me dirijo al Congreso, es hora ya de legislar prohibiendo la venta de perros y gatos como en otros países, entre ellos Francia y en varios Estados de USA, devolviéndoles el valor de seres vivos y no objetos y considerárseles como integrantes de la familia. Eso incentivará la adopción de tantos animalitos sin hogar.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.