Un país sin rumbo en un mundo convulsionado

El presidente de la República ha convocado al Acuerdo Nacional, presuntamente, en pro de la gobernabilidad, buscando consensos sobre no se sabe qué porque no hay agenda, en un ente impropio porque el consenso político para un buen gobierno con objetivos y planes concretos debe agotarse primero en el Congreso de la República en donde están representados todos los sectores de la Nación.

Pero, el profesor Castillo enfrenta otro gran problema que es su falta de credibilidad pues no existe coherencia entre su discurso y su actuación pública, carece de un lenguaje verbal y corporal armónico que refleje la sinceridad con la que dice estar actuando porque lo que expresa por donde va es un discurso confrontacional colocándose en la posición de pobre, valiente y honrado frente a los ricos, ladrones y traidores, pero, subsumiendo en su pretendida imagen de justicia frustrada a todo el Ejecutivo y colocando a los abusivos, ladrones y traidores en el espectro del Congreso de la República.

Como el Presidente no declara ante los medios de prensa en general sino a través de aquellos que le son incondicionales o cuando va con su portátil y su megáfono a diferentes lugares donde ni siquiera tiene una acogida masiva, siempre habla de los malos que no le dejan gobernar, que él no tiene miedo a nada ni nadie, que irá hasta la punta del cerro para estar con los pobres, que desea dar agua, desagüe, luz, internet y muchas otras cosas a la población más necesitada y que busca el desarrollo económico del país, con un discurso tan demagógico pues la realidad es que está estrangulando la economía del Perú, ahuyentando inversiones, generando inestabilidad política y social, destruyendo la actividad minera formal, obstaculizando la progresión de la agroexportación con su discurso estatista sobre una segunda reforma agraria siguiendo la línea de la primera desarrollada por Velasco Alvarado, sin planes para generar puestos de trabajo luego que la pandemia dejó a millones de peruanos sin empleo, y sin asumir la tarea de elaborar estrategias para enfrentar la convulsión mundial por el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Lo peor de todo es que su aureola de maestro de escuela rural, humilde, honesto y trabajador se ha despedazado por ese entorno que se empeña en mantener a su alrededor con sujetos incompetentes, prontuariados, empresarios cercanos que se benefician con jugosos contratos con el Estado, con Sarratea y Palacio, con Karelim López, Bruno Pacheco y muchos otros, tanto así que sus ex socios caviares a los que llama empresarios de izquierda con sus oenegés y su propia bancada de Perú Libre junto a otros grupos del Congreso, estarían impulsando su retiro de la presidencia y nuevas elecciones sin marco jurídico sólido.

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