Un país aterrorizado
Resulta pueril y constituye una burla al ciudadano que el gobierno se empeñe en rasgarse las vestiduras por boca de algún ministro —inclusive de la propia presidenta, Dina Boluarte— rechazando la demanda popular para que las autoridades pongan freno al tsunami criminal que viene diezmando a nuestra población. El motivo del reclamo ciudadano es justificado. Hablamos de la defensa a la vida y a la persona, frente al imparable progreso del crimen organizado en sus peores manifestaciones, y sin que este gobierno atienda —de una vez por todas— semejante atentado contra nuestra sociedad.
El oficialismo alega que es exagerada la cifra de muertos y heridos que, a diario, informan los medios, cuando corresponden a la realidad de los hechos registrados por la propia Policía Nacional. Mientras más persista el oficialismo en ponerse de espaldas a la realidad, su escasa credibilidad acabará llevando al pueblo a apelar a la violencia, para demandar la vacancia presidencial. Esta vez sin que el régimen Boluarte tenga argumento de defensa alguno.
Entiéndalo, presidenta Boluarte. La desesperación del poblador está absolutamente justificada, frente a este escenario de feroz guerra interna que vive Juan Pueblo, siendo el enemigo una gigantesca organización criminal profesionalmente organizada, que atenta diariamente —y a toda hora— contra la sociedad, en el lugar que sea y cuando sea. Hampones decididos a robar, a matar, a extorsionar, etc., al pueblo, apelando a tácticas como el sicariato, debidamente orquestado por organizaciones dirigidas desde las cárceles, a vista y paciencia de las autoridades supuestamente al mando de su gobierno, presidenta Boluarte.
Esto no es imaginación. ¡Es la cruda realidad! Y la única reacción de la mandataria es embestir —y enardecer todavía más— al pueblo, con su estúpido argumento de alegar que todo es una mentira y una patraña contra su gobierno.
Pues le tengo novedades, presidenta Boluarte. La única patraña es la suya, abocada solo a atacar a Juan Pueblo, endilgándole el sambenito de mentiroso, cuando perfectamente sabe usted que es cierta la indignación del pueblo. Y que la falacia es su reiterativa monserga de que no existe un tsunami de robos, asaltos, secuestros, extorsiones, dinamitazos, ataques con granadas de guerra y cuanta modalidad de muerte amenace mañana, tarde y noche al ciudadano. Con el agregado de voladuras de torres de electricidad en campamentos mineros, asesinatos/secuestros de los trabajadores; más otras características de crimen organizado. Y mientras tanto, usted permanece envanecida, exhibiendo su desprecio por la vida ajena.
La gente, presidenta Boluarte, ya no resiste semejante ambiente de guerra criminal sin visos de solución —como el que está viviendo— debido a tanta incompetencia y terquedad suyas y de sus ministros pintados en la pared.
Haga el esfuerzo y autoanalícese, presidenta Boluarte. Y si, como todo indica, es usted incapaz de solventar esta monumental crisis de inseguridad ciudadana que viene diezmando a los peruanos, pues convoque a elecciones adelantadas. Pero no siga usted exigiendo que el peruano viva amedrentado veinticuatro horas diarias, solamente para soportar —un año más y a tan alto costo— su comprobada incapacidad.
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