Un líder fuerte que cambie la mente de los peruanos

Quien ama realmente a su patria está dispuesto a morir por ella. Quien busca realizar un gran cambio que genere un nuevo país debe estar dispuesto a pagar el precio de una batalla larga y difícil. En mi corta vida he aprendido que todo lo que realmente genera riqueza, cambio y progreso toma tiempo y esfuerzo en realizarse. Nada que valga tiempo y esfuerzo en conseguir es fácil. Hoy, nuestro país se encuentra en una nueva encrucijada de su historia republicana. Durante 200 años, nuestra patria se ha convertido en un territorio en el que cualquiera, sus hijos, los invitados y los migrantes, puede hacer lo que le dé la gana. Ya basta. Si nosotros no respetamos nuestra patria, nadie lo hará.
Las profundas reformas que debemos realizar en el país son las siguientes: control de inmigrantes y expulsión de los ilegales, reducción del gasto público, quitar el poder innecesario que tiene el Estado en las decisiones de las personas y empresas, eliminar la burocracia que ha atrasado este país en 50 años, eliminación de ministerios inservibles, reingeniería de la Policía Nacional del Perú – debemos eliminar a los malos elementos y hacer espacio para peruanos que realmente sirvan a sus ciudadanos por vocación de amor a su patria; no necesitamos más corruptos, gordos, ociosos, cansados e incompetentes usando el escudo de nuestra patria–. Vestir el uniforme de nuestra PNP y cargar los símbolos de la patria será motivo de compromiso, honor y orgullo. También será necesario equipar a nuestras Fuerzas Armadas. Existen territorios que debemos anexar a Perú, no por la fuerza, sino con inteligencia y propaganda.
Recuerden: el único objetivo de un policía es proteger a las personas, y deberán ser entrenados para ello. El único deber de las Fuerzas Armadas es proteger al país, y serán entrenados para ello. El servicio militar deberá ser obligatorio. Nuestro país no tiene la característica de ser disciplinado o concentrado en un objetivo claro y la disciplina se debe sembrar desde muy joven o nunca la llegas a adquirir. Todo aquel joven, mujer o varón que no haga nada valioso por su vida deberá aprender el significado de la disciplina, trabajo, orden y el amor a su patria en el servicio militar. Según el INEI, los jóvenes que no estudian ni trabajan superan más de 1 millón 500 mil peruanos, lo que representa el 18.2%; es decir, un grupo social que está destinado a terminar en el fracaso económico, social y cultural. Cuando estos tres factores se unen, engendran delincuencia y violencia. Combatamos ello con disciplina.
Para lograr implementar estos grandes cambios y reformas, y eliminar elementos que no sirvan a la patria, deberemos ser contundentes, firmes y decididos. Con sentimentalismos inservibles no logras cambiar un país. No nos vamos a detener a “debatir” la emocionalidad de las cifras, datos y estadísticas; eso no existe. Seremos implacables con los socialistas disfrazados de caviares que han infestado el aparato del Estado con mediocridad, burocracia, lentitud y una ideología de cobardía; poniendo a todo cambio significativo peros inservibles que se apañan en las formas y los conceptos teóricos. Los empresarios y políticos corruptos atrasan al país. Si cambiar el país queremos, un líder fuerte es lo que debemos engendrar. Nadie sigue ni respeta a hombres o mujeres débiles.

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