Un Estado en crisis
Comentábamos ayer que la Junta Nacional de Justicia nació chueca, habiéndola diseñado un miserable llamado Martín Vizcarra (imputado por corrupción y golpista) como instrumento coercitivo del poder político, incrustado en la Justicia. También ayer, en su condición de exmiembro del Tribunal Constitucional TC, el reconocido constitucionalista y estudioso académico Gerardo Eto Cruz, declaraba a EXPRESO sus puntos de vista, respecto a la actual y preocupante politización de la Justicia en nuestro país, precisando que este grave asunto necesita abordarse con prontitud –y de manera integral– debido a que, simultáneamente, la amenaza del comunismo viene poniendo en serios aprietos a nuestra débil democracia.
Recordábamos que, teóricamente, previo concurso público de méritos la JNJ digita a los jueces y fiscales a nivel transversal. Y a pedido de la Corte Suprema y/o Junta de Fiscales Supremos, destituye a los jueces de la Corte Suprema y a los fiscales supremos de la República; por último, junto con la Academia de la Magistratura, evalúa cada trimestre y medio el desempeño de todos los jueces y fiscales en sus varios niveles, precisando que aquellos no ratificados y/o los destituidos no podrán reingresar al Poder Judicial ni al Ministerio Público. Es decir, una concentración de poder que rebasa cualquier límite en manos de personas sin la debida calificación moral, profesional y personal, como aquellas que la conducen actualmente.
El TC tiene, principalmente, la facultad de resolver procesos de inconstitucionalidad, y aquellos derivados de procesos de competencia, indica el jurista Eto Cruz. Y a su vez, aquellos responden a las pendencias que promueven los caviares al continuar apropiándose de cotos de control político dentro del Estado, contraviniendo así la teoría constitucional que manda que el poder político es uno sólo, que tiene diversos órganos; cada cual con sus propias atribuciones y prerrogativas competenciales. Todo lo contrario a lo que viene ocurriendo, a través de esta cruzada –con sabor a guerra sucia– iniciada a comienzos de siglo por los caviares, para conseguir que cada área de gobierno que secuestren se inmiscuya en siguiente, y así proseguir apropiándose en forma permanente del Estado entero. Tanto que ahora ya existe un nuevo problema: demasiados órganos del Estado están enfrentados entre sí, afectando gravemente la gobernabilidad del país.
“Se está viviendo lo que el sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman desarrolló como la teoría del estado de crisis, que es una especie del paciente enfermo y el médico no sabe cómo reaccionar porque hay demasiada incertidumbre. Esta inquietud viene incluso generando conflictos bélicos, etc. dentro del reordenamiento internacional”, advierte el jurista Gerardo Eto; y agrega: “La JNJ está politizada por muchos de sus miembros; lo mismo que el Ministerio Público y parte del Poder Judicial. Concepción ideológica a la que la prensa y los políticos denominan el sector caviar y su meta es llegar a cubrir el Ejecutivo en las elecciones. Pero ya hemos tenido la experiencia de Pedro Castillo; fue un salto al vacío. Hoy hay que tener mucho cuidado en ello.”
Coincidimos con cada palabra del destacado constitucionalista Gerardo Eto Cruz.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
