ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Un Congreso extraviado y un Ejecutivo fortalecido

Imagen
Fecha Publicación: 08/09/2022 - 22:55
Escucha esta nota

Desde el inicio de este gobierno, el grupo ideológico que controla el Ejecutivo se trazó como objetivo principal de su guerra política para el control total del poder, la fragmentación del Congreso y la progresiva captación de congresistas de todas las bancadas para ir sumando votos a su favor haciendo inviable cualquier denuncia constitucional o proceso de vacancia presidencial.
En el desarrollo de esta estrategia al Ejecutivo le importa poco o nada la suma de escándalos por el nombramiento de tanto incompetente en los sucesivos gabinetes ministeriales, así como en todas las entidades del sector público, porque saben que la propaganda directa con reuniones itinerantes y discursos confrontacionales sumamente irracionales, pero emotivos y psicológicamente eficaces frente a una población empobrecida y alejada del Estado, a la cual este gobierno empobrece cada día más y aleja psicológicamente de la idea de Nación, a la cual lanza un aluvión de mensajes contra los corruptos en el poder, pero sin mencionar su propia corrupción sino remitiéndose a la historia de ésta a lo largo de la era republicana, despotricar contra los ricos que explotan al pueblo olvidado por los gobiernos, atacar a la gran inversión porque presuntamente explotan a sus trabajadores, dañan el medio ambiente y no pagan sus impuestos, culpar de la desgracia nacional al sistema político imperante y a todo el marco jurídico constitucional para implantar un totalitarismo con ciertos iluminados que terminarán por saquear al país eliminando toda clase de libertades, entre otros, cuya campaña le viene dando alto rédito político al gobierno porque le permite detener su caída libre en la aceptación popular, incrementando ésta en algunos casos y desviar la atención de la población hacia un Congreso sin personalidad y sin noción alguna de guerra política, porque nadie se daba cuenta del grado de infiltración del Gobierno con topos encubiertos por todos lados cuyos niños crecen día a día y con una oposición denominada democrática que entró en parálisis.
Paradójicamente, el que sí entendió y estaba desarrollando su propia guerra política, fue César Acuña manejando a su bancada, primero con un acercamiento al gobierno y un apoyo a su estabilidad a la hora de votar en el Congreso, pero sin desvincularse de la oposición con el objeto de posicionarse sólidamente como el fiel de la balanza para que tanto el gobierno como la oposición dependieran de su decisión, ejecutada por su bancada.
Parecía que tal estrategia le estaba dando grandes réditos políticos a APP, pero Acuña olvidó que en una guerra también el enemigo infiltra y destruye al rival desde el interior de éste con actos de sabotaje. Se confió Acuña, la ambición de poder los perdió, ya no tienen la presidencia del Congreso y, parece, que el control del Ejecutivo sobre el Congreso se ha consolidado.
Luego irá sobre la Fiscalía y sus equipos de investigación.