Un año perdido
Este 28 de julio se cumple un año en que Pedro Castillo asumió la Presidencia de la República, gracias al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Mucha agua ha corrido por la Casa de Pizarro, pero el resultado ha sido nulo; las nociones de vacancia no prosperaron ya que es materialmente imposible llegar a los 87 votos requeridos, la acusación constitucional planteada por seis patriotas duerme el sueño de los justos, primero por el letargo de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso, la cual vulneró todos los plazos estipulados en el Reglamento del Poder Legislativo, que tiene rango de ley, y en segundo lugar a la pusilanimidad de la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, quien no tuvo el tino suficiente de preservar la memoria del legado de don Fernando Belaunde Terry, otrora fundador de lo que alguna vez fue Acción Popular (AP) como verdadero partido democrático y con una sólida posición ideológica, pero sobre todo decencia política (palabra hoy extraña en nuestro país), lo que hay hoy es un agravio a la memoria de don Fernando.
El Ministerio Público también tiene mucha responsabilidad, entre la primera y segunda vuelta se denunció a Castillo por omitir información en su hoja de vida ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y eso de acuerdo al Código Penal es un delito, sin embargo, ha transcurrido más de un año... y sigue estancado el proceso a pesar de las gestiones realizadas por el suscrito y la Dra. Yenny Vilcatoma.
El desfile de más de medio centenar de ministros de Estado demuestran la insolvencia de las huestes de Perú Libre (PL) que logró ser mayoría en el Congreso para que a lo largo de un año la pierda por la renuncia de varios partidarios que conformaron otras agrupaciones, gente neofita en la administración pública y como lo ha denunciado en infinidad de oportunidades la Contraloría General de la República nos está llevando al despeñadero donde jamas debió estar nuestra patria. ¡No merecemos este hedor político!
El ataque, amenaza, agravio contra los hombres y mujeres de prensa es el modus operandi de este Gobierno, no elegido por el pueblo, sino por todo un tinglado montado.
La oposición poco o nada ha podido hacer a lo largo de esta pesadilla de Gobierno, que cuesta creerlo, ha tomado por asalto al país, no para el bien sino para el mal, no para construir sino para destruir, no para aglutinar esfuerzos sino para dividir aún más a los peruanos con el sonsonete de ricos y pobres, limeños y provincianos.
Necesitamos una recomposición política, donde la probidad prevalezca, la ética perdure y la dignidad se imponga. Ya nos cansamos de más de lo mismo, pero los jefes de las organizaciones políticas poco les interesa el futuro del Perú, de la patria donde han nacido, en donde el interés personal está sobre el bien común.
Se siente impotencia por todo lo hecho, sin embargo aún no se arriba a buen puerto; sin embargo, desde el fondo de nuestro corazón ¡Feliz 28 de julio!, ¡Somos libres seámoslo siempre!, aunque algunas mentes enfermizas no lo entiendan.
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