Turismo digital joven: generando empleos en el Perú

El turismo es un motor importante del crecimiento económico, a nivel mundial y local. El sector aporta, en promedio, directamente el 4.4% del Producto Bruto Interno (PBI), el 6.9% del empleo y el 21.5% de las exportaciones de servicios en los países de la OCDE; y el crecimiento continuo ofrece perspectivas reales de desarrollo sostenible e inclusivo. Francia, España, Estados Unidos, China e Italia siguen siendo los cinco principales destinos turísticos del mundo.

El 2019 en el Perú, el sector turístico aportó el 4% del PBI y generó 1.4 millones de puestos de trabajo (directos e indirectos), lo que representó el 8% de la población económicamente activa. Ese año, los ingresos en moneda extranjera provenientes del turismo fueron de US$ 4,700 millones.

Sin embargo, la pandemia redujo 10 veces el turismo receptivo en Perú y el turismo interno 4 veces, y se han perdido aproximadamente el 80% de los empleos del sector (más de un millón). Por lo que se deben delinear las políticas públicas postpandemia que reactiven el desarrollo turístico de modo sostenible y competitivo, conforme a las nuevas tendencias.

El permanente avance de la tecnología constituye nuevos retos tanto para las empresas turísticas como para los responsables políticos y funcionarios. Es probable que los rápidos desarrollos en la economía colaborativa, los sistemas de pago móvil, las aplicaciones de realidad virtual y aumentada, las tecnologías blockchain (transacción en cadena de bloques) y la inteligencia artificial, influyan en los productos turísticos, los modelos comerciales, los servicios y las elecciones de los visitantes, cada vez más jóvenes.

Asimismo, se busca que el éxito del turismo ya no solo se mida en términos de llegadas, empleos e ingresos. Sino que asegure que las comunidades locales puedan beneficiarse más equitativamente, vía servicios locales, creativos, artesanía de calidad, entre otros.

El Plan Estratégico Nacional de Turismo 2016 - 2025 (PENTUR) propuso: llegar a los 8 millones de turistas internacionales; el ingreso de divisas por turismo receptivo alrededor de los US$ 9 mil millones; alcanzar más de 60 millones de viajes por turismo interno; y generar 2 millones de empleos en turismo.

También existió el programa Turismo Seguro (2019) que promovía la formalización empresarial y el que se garantice viajes y experiencias seguras para los turistas; pero todo esto se detuvo por la pandemia, y ya han transcurrido 20 meses de inactividad, con una política sectorial poco activa, limitada por la política sanitaria que aún no mide el impacto económico.

Un estudio de Euro Monitor International, mostró que el cansancio de la pandemia se está imponiendo y hay una demanda reprimida por viajar con bioseguridad efectiva y seguridad financiera.

De ahí que el Perú, que terminó el año con el 80% de vacunados y con significativo stock, y que dispone de gran biodiversidad, diversa geografía (turismo de aventura), y gran patrimonio cultural y gastronómico, podría convertirse en un destino seguro y atractivo para todo tipo de turista; para recibir esta mayor afluencia, la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez y la construcción del aeropuerto del Cusco (con vuelos internacionales directos) resulta indispensable.

Las generaciones más jóvenes (los millennials y la generación Z) estarán liderando el futuro del turismo de ocio y de los viajes de negocios (que suelen combinar); y estiman viajar más que otras generaciones. Este nuevo tipo de turista joven, que será cada vez más frecuente, necesita que los destinos turísticos que se le ofrezcan aseguren una permanente conectividad, que les permita estar enlazados con sus actividades empresariales. La oferta turística debe asegurar este requerimiento.

La estrategia de reactivación y adaptación del turismo en Perú debería considerar que la mayor demanda del exterior provendrá de estas generaciones jóvenes; que la tecnología se convertirá en la mejor herramienta contra la incertidumbre; y que la estadía debe ser segura, con protección a todo riesgo: cancelaciones y reembolsos en transporte y alojamiento.

La formalización y la digitalización de los servicios turísticos serán muy importantes para aprovechar la nueva demanda turística global, con lo que se podría recuperar rápidamente casi un millón de empleos.

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