Tuberculosis después de la pandemia
Tal como ha sucedido con otras enfermedades crónicas como el cáncer, la hipertensión y la diabetes, la tuberculosis también ha sufrido un retroceso en el Perú debido a las medidas que se tomaron durante la pandemia. Los pacientes llegan hoy a los hospitales con un estado avanzado de la enfermedad que no permite atenderlos de manera ambulatoria y terminan ocupando camas por periodos más largos.
El cierre de los establecimientos del primer nivel de atención, que es donde se recibe la mayoría de estos casos, ha causado que los números de casos detectados disminuya notablemente; en el 2019 de acuerdo al Minsa fueron 32,970 casos, en el 2020 fueron 24,581 y en el 2021 fueron 26,437 (se estima detectar 33,000 casos anuales). El problema de los casos no detectados es que no reciben su tratamiento y van transmitiendo la enfermedad. En condiciones normales los pacientes diagnosticados con TB acuden a su centro asignado a recibir sus fármacos y reciben el monitoreo del Minsa, cosa que se ha dificultado durante la pandemia. La OMS estima que una reducción del 25% en la detección de la TB podría ocasionar un aumento del 26% en las muertes por esta enfermedad.
En el caso de los niños se estima que los programas nacionales de TB solo notifican a menos de la mitad, debido a los desafíos en la recolección de muestras y la conformación bacteriológica de TB en niños pequeños, además de la baja sensibilidad de las pruebas que utilizaban en los puntos de atención.
Debido a esta situación hoy es indispensable fortalecer el Sistema de Información de la tuberculosis (SIGTB), necesitamos identificar casos de TB, TB MDR y TB XRD por regiones. Hoy sabemos que la mayoría de casos están en Lima y Callao, pero también lo tenemos en todas las regiones y eso está en manos de los gobiernos regionales, debemos tener un plan coordinado. Ir hacia las poblaciones vulnerables, realizar Rayos X y realizar prueba molecular XPERT MTB/RIF, por supuesto cuidar a nuestro personal de salud, darle todas las herramientas de protección, realizarles exámenes periódicos con el adecuado seguimiento.
Lamentablemente las señales no son buenas debido a que este año se disminuyó el presupuesto del programa de TBC-VIH/SIDA en 2.5% pasando de 195.1 millones de soles en 2021 a 190.2 millones de soles en el 2022, esperamos que el 2023 esto mejore. Sin duda las consecuencias serán mortales para el grupo que no ha sido detectado a tiempo, por lo que el Minsa ya debería estar haciendo un plan de contingencia ante este problema que se nos viene, recordemos que con un buen tratamiento y constancia esta enfermedad se cura, no hay por qué abandonar a nuestra gente.
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