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Tu protesta es mi protesta

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Fecha Publicación: 14/11/2020 - 21:10
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No he salido a las calles a protestar -y he debido efectuarlo hace largo tiempo- para que no se malinterprete ese gesto en un escenario en el que la protesta ciudadana, reiterada y multitudinaria, refleja muchas corrientes heterogéneas pero confluye en una motivación central: la frustración de nuestro pueblo que vive el manejo del Estado por parte de una subclase política corrupta e inepta durante los últimos 35 años, que ya hace rato que rebasó todos los límites.

Tenemos legítimo derecho a protestar en democracia, en pleno ejercicio de nuestras libertades públicas, frente a una subclase política que, una y otra vez, hace uso y abuso del Poder al servicio de sus propias ambiciones y de sus propios intereses prescindiendo de los altos intereses de la Patria.

Tenemos legítimo derecho a protestar frente a la absoluta y corrupta ineficiencia registrada no sólo en el manejo de la plaga y la crisis económica durante el régimen de Vizcarra, sino durante todos estos largos años de demagogia y rampante venalidad.

Y tenemos que hacerlo rechazando, como peruanos de veras, tanto el inadmisible intento de injerencia de organismos internacionales que desconocen nuestra realidad, como la manipulación descarada de los viejos alfiles y lobbystas de todas las corrupciones que hoy se quieren encaramar en el centro de la legítima protesta ciudadana como ya lo están haciendo los agentes del terrorismo y del antisistema para llevar agua a sus molinos sangrientos y totalitarios.

Y debemos reafirmar nuestra profunda y transparente vocación democrática que es la única a través de la cual se pueden resolver los graves problemas morales, sociales, económicos e institucionales por los cuales atraviesa nuestro país -así recalcado- que es la gran nación de todas las sangres.

No nos lo van a robar los partidarios del antisistema ni nos lo seguirán birlando los corruptos e ineptos que han hecho cera y pabilo de la democracia durante tantos años porque, sin tregua y sin pausa, seguiremos librando la batalla por una Revoluciòn Pacífica que traiga por fin justicia social a todos los peruanos.

Me duele el Perú. Pero siento hoy, por fin, el viento fresco de una generación que se levanta sin temor pero cuya legitimidad debe ser encauzada por los caminos a veces contradictorios de la paz y la democracia rechazando todo intento totalitario.

Presidente de Perú Nación-Presidente del Consejo por la Paz