Trump y sus dilemas nucleares
El panorama internacional ha estado dominado en los últimos días por dos temas que son una preocupación para todo el planeta como lo son Corea del Norte e Irán. Por primera vez un presidente norteamericano puso pie en territorio norcoreano al cruzar la línea divisoria que separa a ambas Coreas, este último encuentro Trump-Kim fue totalmente sorpresivo y a pesar de la cercanía evidente entre los dos mandatarios no hubo anuncios importantes de lograr acuerdos que signifiquen el total desmantelamiento de la capacidad nuclear de Corea del Norte, objetivo supremo de Estados Unidos al considerarlo como la mayor amenaza a su seguridad.
Es más, Corea del Norte continúa con su programa nuclear y al mismo tiempo no abandona las negociaciones con su rival más encarnizado, es lo que queda en claro de todo esto, es casi imposible pensar que Corea del Norte acepte el desarme total y por tanto que quede establecida la desnuclearización de la península coreana, porque de darse sería el fin del régimen de Kim, ingenuidad que jamás pasaría por la cabeza de este último.
Quizás lo máximo a que estas negociaciones puedan arribar es a conseguir reducir al máximo la capacidad nuclear de los norcoreanos, de manera que sus misiles sean inalcanzables al territorio norteamericano y lograr a cambio de ello la aceptación por parte de Estados Unidos de que quiérase o no Corea del Norte es miembro ya del club nuclear y que este es un hecho irreversible, esto aunado a que Kim logre el afloje de las sanciones económicas que golpean a su país, es finalmente más que todo una negociación bilateral destinada a salvaguardar los intereses de ambas naciones y, al parecer, hacia a esto apuntan estos encuentros.
El otro dolor de cabeza de Trump en materia de seguridad es Irán, la cuarta reserva más grande de petróleo mundial y la primera de gas natural, en su propósito de tener armas nucleares y dominar la geopolítica de Oriente Medio, necesitan ser reconocidos como un país nuclear, algo que tanto Trump como Netanyahu han manifestado que jamás aceptarán, ya que Israel sería el mayor país amenazado por esta situación y hoy por hoy es obvia la estrecha relación entre ambas administraciones.
De otro lado, desde esta columna deseamos suerte a nuestra selección nacional de fútbol este domingo ante su similar de Brasil. Ha venido in crescendo en la Copa América 2019 de la mano de Ricardo Gareca y su pase a la final ha sido un remanso para un país sediento de buenas noticias y de triunfos. Ya nos parece acariciar la Copa, en la cancha somos once contra once y lo mejor para nuestra bicolor está aún por escribirse, ¡Vamos por la gloria!