Trump, Harris y América Latina
Sea cual sea el resultado de los comicios presidenciales en Estados Unidos, lo importante para América Latina en general y para el Perú en particular es el impacto que dicha elección tendrá en la política exterior de la potencia del Norte con nuestros países.
Trump es claramente un aislacionista. No solo se le ocurrió el famoso muro de contención para frenar la inmigración ilegal a EE. UU. procedente del sur del río Grande, sino que también habla de imponer un arancel exorbitante a la importación de vehículos mexicanos para proteger su industria; predica, en general, una elevada alza de tarifas con el mismo propósito. Entre otros temas, además de haber retirado a EE. UU. del Acuerdo de París sobre cambio climático, es un abierto admirador del genocida Vladimir Putin y sostiene que puede concluir la infame invasión rusa de Ucrania en 24 horas, según sus propias afirmaciones, quitándole el indispensable apoyo norteamericano al gobierno de Kiev. Pero es firme en su rechazo a los woke o “caviares”.
Harris continuará las ya conocidas posiciones de su mentor, el saliente presidente Joe Biden: sin muro estilo Trump, pero con control fronterizo —el de Obama, demócrata como Harris, fue mayor que el del primer gobierno de Trump—; preconiza buscar las causas de la migración latinoamericana a EE. UU. y apoyar la lucha contra la pobreza en nuestros países para que de esta forma disminuya. Ciertamente mantendrá el alza del 100 por ciento de aranceles a los vehículos eléctricos establecida por Biden, así como el retorno al Acuerdo de París dispuesto por este y, sin duda, continuará con la ayuda a Ucrania en su denodada lucha contra el déspota Putin, además de condenar las autocracias que tanto atraen a Trump (quien propició el asalto al Congreso de EE. UU. para impedir el refrendo de la victoria de Biden por esa institución, hecho sin precedentes en la historia de esa nación). Pero es woke, o sea, “caviar”.
Para ambos, América Latina sigue siendo el patio trasero de EE. UU.: durante el régimen anterior de Trump —al igual que en el actual de Biden/Harris—, la preeminencia de los “caviares” en las embajadas norteamericanas de la región se sintió tal como se percibió en todos los anteriores gobiernos republicanos o demócratas.
Tal como me dijo hace muchos años el fallecido antropólogo “caviar” Julio Cotler, cuando denuncié el nefasto monopolio “caviar” en una conferencia que dicté en la Universidad Johns Hopkins en Washington: “Hace muchos años que estamos aquí. No puedes sacarnos”.
Trump no lo hizo y Harris ni siquiera lo intentará.
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