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Tres años de una guerra que parece acabar

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Fecha Publicación: 24/02/2025 - 21:30
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Ayer, lunes 24 de febrero, se han cumplido 3 años de la guerra de Rusia contra Ucrania. El costo de Moscú para conseguir el objetivo de modificar geopolíticamente a Ucrania, ha sido muy alto, pero ya sabemos que esa contabilidad de guerra, a la hora de mirar el poder resultante, a Vladimir Putin no le importa. Ha tenido suerte el mandatario ruso que Donald Trump haya sido elegido presidente de los Estados Unidos, de lo contrario, podría haber tardado unos 4 años más para contar el contexto idóneo para acabar la guerra. La estrategia de Trump para con Rusia consiste en ningunear a Ucrania y a su presidente, pero Volodimir Zelenski, pareciera que no lo ha comprendido, aunque es verdad que en sus recientes declaraciones, habría mostrado algún signo visible de su aprendizaje, de cómo se negocia en medio de la guerra, al deslizar la idea de dar un paso al costado con tal de asegurar que Ucrania pueda ser incorporada a la Organización del Tratado del Atlántico Norte – OTAN, un pedido irreal si lo vemos desde la teoría de las relaciones internacionales. Washington ha decidido el mejor contexto con Rusia, y eso tiene sentido, pues será el camino para deshacer la alianza ruso-china que los dos países más importantes del continente asiático han venido levantando contra Washington. Los rusos lo saben muy bien y cómo les conviene la paz, porque no obstante hallarse mejor parados que los ucranianos, también han sido golpeados, aceptarán las reglas pues lo que más quieren es la modificación geopolítica ruso-ucraniana en su favor. La paz que Donald Trump desea para el mundo no es su objetivo, y eso no debe perderse de vista, si no, únicamente, el contexto que requiere para otro de mayor relevancia, es decir, recuperar la hegemonía mundial, o sea en un mundo exclusivamente unipolar. Trump sabe que tiene un coto, pues poner en situación de vulnerabilidad completa a Kiev, no resultará estratégico para la Casa Blanca, dado que no hay nada más trágico que voltearse contra los aliados de siempre, aunque la Unión Europea esté por ahora de capa caída, cada día más dependiente. Lo cierto y lo penoso de la guerra es que debemos aceptar que el conflicto ha debilitado al sistema westfaliano de la sociedad internacional contemporánea, que consagró la soberanía de los Estados a partir del respeto de las fronteras nacionales, desde ese momento asumidas como inviolables, y ya hemos visto que la invasión rusa sobre el territorio ucraniano de la región del Donbas, se hizo pasándola por encima. También ha afianzado a la cuestionada guerra preventiva, pues Rusia nunca actuó en legítima defensa dado que no hubo siquiera casus belli o razón para justificar la guerra; y finalmente, lo único rescatable ha sido, para suerte del mundo, que el conflicto solo quedó circunscrito al marco bilateral, no extendiéndose hacia otros actores, lo que hubiera sido mucho más peligroso para la humanidad. Ahora la diplomacia deberá lograr la paz permanente para Europa del Este, negociando y cediendo, no hay otra forma.

(*) Excanciller del Perú e Internacionalista

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