Tomar conciencia con la Hora del Planeta 2023

Por iniciativa del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), en el año 2007 en Sydney – Australia, y con la finalidad de crear en el mundo una real conciencia sobre el cambio climático y la recuperación de la biodiversidad, se estableció la "Hora del Planeta", en la que, como una tradición anual, más de 190 países del orbe apagaron sus luces durante una hora en el reciente pasado sábado.

Efectivamente, desde su fundación en 1961, según lo consignado en su sitio web, "En WWF trabajamos para asegurar un planeta vivo que sustente una población más próspera" y, particularmente, con miras a un futuro sostenible "La Hora del Planeta tiene como objetivo aumentar la conciencia y generar conversaciones globales sobre la protección de la naturaleza, abordar la crisis climática y trabajar juntos para dar forma a un futuro mejor para todos nosotros".

Como una organización no gubernamental, WWF suma sus esfuerzos a los de los organismos internacionales para lograr alcanzar que la humanidad tenga mejores expectativas de vida en atención a lo que la naturaleza nos ofrece.

Los años, lustros y décadas siguen pasando y la población del mundo continúa siendo testigo que los esfuerzos por alcanzar la paz entre los países de todos los continentes, únicamente la encontramos como pretensión o aspiración contenida en los tratados y acuerdos internacionales que, ceremoniosamente, suscriben los Estados; pues, como suelen ser los compromisos que asumen los países con sus similares, terminan siendo "declaraciones formales" que no cumplen ni respetan.

Esta misma realidad es la que se percibe cuando se trata de asuntos que no tienen que ver con los conflictos bélicos, sino con la preocupación de todos los pueblos de todos los continentes en cuanto a la conservación y mantenimiento de su equilibrio ecológico y donde la naturaleza debe ser considerada el medio propicio y adecuado para el sostenimiento de la vida, razón por la cual es necesario garantizar su preservación.

Para orientar el trabajo de los organismos internacionales gubernamentales y no gubernamentales, cada vez es más necesario identificar que este accionar no es un papel que le corresponde sólo a los pueblos, que son los más afectados por el cambio climático, sino particularmente a sus autoridades, a quienes hay que exigirles que comiencen por cambiar de criterio, anteponiendo el interés general sobre el particular.

Las últimas noticias que los cables nos dan a conocer, y que Naciones Unidas ya ha transmitido su preocupación a los Estados Miembros que la integran, se relacionan con la evidente falta de agua en muchos pueblos, así como la tendencia a que se evidencia una agudización por la carencia de este líquido elemento, vital para la humanidad.

Como nos hemos preguntado en anteriores oportunidades, cuántos de los miles de millones de dólares que se invierten en la fabricación de armamentos se pueden utilizar para reemplazar o sustituir la fabricación de ciertos productos que generan contaminación y reducen la capa de ozono, protectora del medio ambiente.

En el último evento mundial, realizado hace algunos meses en Egipto, relacionado con el cambio climático, se hizo especial mención del incremento de los fondos otorgados por las grandes potencias para atender a aquellos países que se encontraban siendo los más expuestos como consecuencia de los cambios a los cuales la naturaleza se ve afectada por el desarrollo de la industria y la tecnología.

Pero, además de destinar fondos para atender o mitigar los problemas existentes, las grandes potencias deben asumir compromisos que conlleven a comenzar a reducir significativamente el uso de insumos o productos que afectan el ambiente natural.

En consecuencia, la Hora del Planeta debe ser fuente de inspiración para que la humanidad tome conciencia de su rol que le corresponde en la conservación de nuestro hábitat, sino especialmente, y lo más importante y necesario, debe ser el compromiso de los gobernantes del mundo para que asuman, pero de verdad, la tarea de que procuremos un Planeta Tierra con vida y con salud.

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