Tiempo de actuar
El proyecto vizcarrista cada día se parece más al castro-chavismo, a los fracasados modelos del marxismo posmoderno. Vizcarra nos aleja de la institucionalidad democrática y de la posibilidad de progreso. Es su responsabilidad y de quienes lo aplauden: el incremento del desempleo y de la pobreza extrema, que la anemia ataque hoy a cuatro de cada diez niños (40%), y que 18 % de jóvenes hayan caído en la categoría “nini” (ni trabajan-ni estudian). A esto hay que sumar la incapacidad gobiernista para ejecutar las obras que el país reclama, basta un ejemplo: a casi tres años de los desbordes y lluvias apenas hay un avance de 12 % en la reconstrucción.
Sus mentiras, su doble discurso y el histriónico acercamiento a sindicatos (como el de construcción) y a las Fuerzas Armadas lo llevaron a perder a las últimas tres personas de peso en su bancada, la vicepresidenta Mercedes Aráoz, y los exministros Carlos Bruce y Ana María Choquehuanca. Vizcarra está más solo que nunca. ¿Quién puede haberle metido en la cabeza que es posible gobernar sin partido y con el supuesto apoyo de la calle? Solamente su asesor peronista Maximiliano Aguiar, el problema es que su contratante no es Evita ni los pobres del Perú lo han mistificado como los descamisados argentinos a su “santa”.
El premier Salvador del Solar se ha convertido en vocero del desastre. Tratando de apaciguar las revoltosas aguas citó la conocida frase de Basadre, “El Perú es más grande que sus problemas”, olvidando que Basadre nos legó pensamientos más útiles para los momentos en que los enemigos de la república arrecian, empezando por el que comanda. Escribió el gran Basadre que los tres grandes enemigos de la promesa de la vida peruana eran los Podridos, los Congelados y los Incendiados.
“Los Podridos -anotó- han prostituido y prostituyen palabras, conceptos, hechos e instituciones al servicio de sus medros, de sus granjerías, de sus instintos y de sus apasionamientos. Los Congelados se han encerrado dentro de ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus dependientes, considerando que nada más existe. Los Incendiados se queman sin iluminar, se agitan sin construir”.
¿Les suena? El gran historiador enseña que “Toda la clave del futuro está allí: que el Perú escape del peligro de no ser sino una charca, de volverse un páramo o de convertirse en una gigantesca fogata. Que el Perú no se pierda por la obra o inacción de los peruanos”. Estimados, llegó la hora de actuar a favor del país y no de achicarse frente a la amenaza activa del comunismo pormoderno que nos quiere convertir en una nueva Venezuela chavista.