Tengo que darle ilusiones a mi cerebro

El cerebro es el órgano donde se almacenan los procesos cognitivos como lenguaje, percepción, pensamiento, memoria, las cosas que vemos son las mismas que llevamos dentro de nosotros, está condicionado por lo que percibimos y pensamos, mediante las ilusiones, que son las ilusiones que deseamos, no sé puede vivir sin ilusiones, son ideas de lo que quiero, la vida es una ilusión, que se expresa a través de la alegría que produce la esperanza o la realización de un deseo, vivir sin ellas es arar en el mar, es haber perdido el deseo de vivir.

Las ilusiones forman parte de la motivación, no solamente es la idea de querer lograr algo sino importa la fuerza, el estímulo, la vehemencia, perseverancia, la pasión, que le pongamos para realizar nuestros deseos y que se cumplan a cabalidad. Como sucede, en la selección peruana de futbol, existe el deseo de ganar, pero quizás no están debidamente motivados, no solamente basta tener un buen director técnico sino trabajar el biotipo del jugador, a través de psicólogos del deporte que trabajen la personalidad del deportista, aspectos que se encuentran totalmente descuidados y no le prestan importancia, craso error, no solamente deben contarse con las habilidades del atleta sino como esta su mundo interior, que hay que trabajar bastante, por lo general, los futbolistas provienen de hogares humildes, donde las necesidades básicas han estado ausentes, relaciones disfuncionales dentro de la familia, siendo ellos cabeza de familia a temprana edad, aunado a sus aspecto personales irresueltos, porque no han tenido el apoyo emocional en el momento requerido, las satisfacciones económicas vienen por su esfuerzo, pero no las saben administrar por lo general con honrosas excepciones y lo canalizan en compensaciones materiales, la compra de un inmueble, vehículo, mujeres, gastan en cosas banales que no tienen importancia, pero los compensan en lo que nunca han tenido son indisciplinados, les cuesta sujetarse a la autoridad, algunas veces sus comportamientos han llevado a estar sometidos a procesos por violencia doméstica, debido a la falta de control de sus impulsos. Con esta crítica constructiva, en ningún momento pretendo realizar conductas discriminatorias, todo lo contrario, aportar criterios que van ayudar a la persona, más aún, sí constantemente están en competencia. Sí los jugadores se sometieran a programas de psicoterapia individual, de grupo, psicodrama, los ayudaría mucho a resolver muchas preocupaciones, dudas, que no las han podido resolver en su oportunidad, ingresarían a la cancha motivados con deseos de ganar al otro equipo que esta compitiendo con ellos, simplemente porque su autoestima esta elevada, gratificada, los complejos de inferioridad que puedan tener sabrán canalizarlo y no limitarlos a realizar un buen partido.

Es como si lanzas a la cancha jugadores mal alimentados, no van a rendir; y sí psicológicamente están estimulados su rendimiento va a ser optimo, las relaciones consigo mismo, con el equipo se integraran mejor, las relaciones familiares serán positivas con responsabilidad, no solamente disfrutaran el presente sino el futuro, porque los años pasan y si no te has preocupado de sembrar y cosechar para los años venideros, las frustraciones e insatisfacciones son irremediables, por lo tanto, trabajar la mente de un deportista es una inyección emocional.
Sabes, quienes no tienen ilusiones “el ser humano mediocre”, ha perdido las esperanzas o nunca las tuvo, porque se limitaron simplemente a ver su sombra cuando caminan, no construyen nada, se destruyen asimismo y a las personas que lo rodean, son tóxicos, nada es bueno, todo es malo, inalcanzable, la capacidad de pensar esta anulada, viven por vivir, los logros, planes, objetivos, no están en su diccionario, no existen amistades, no confían en nadie, piensan que las personas están contra ellos o ellas, no se dan cuenta, que ellos están contra sí mismos, lo que sucede es que no lo pueden visualizar y culpan a otros de sus propias limitaciones, su pronostico de vida es negativo, viven en las calles, cárceles, manicomios.

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