Sostenibilidad en las mipymes, desde la mirada de la Laudato Si
Con motivo del Día Mundial de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (mipymes) y por la relevancia de los 10 años que cumplió la encíclica Laudato Si del papa Francisco, sobre el comportamiento responsable del ser humano con el medioambiente y la sociedad, resaltaremos las oportunidades de estos emprendimientos para crear valor y contribuir al desarrollo sostenible, con un desempeño socialmente responsable.
Las mipymes representan el 99.5 % del total de empresas formales en el Perú, según el INEI, y realizan distintos tipos de actividades. Son la manifestación del espíritu emprendedor de pequeños propietarios que las consideran como una oportunidad de desarrollo económico y social.
Primero, destacamos la estrecha relación de las pymes con sus grupos de interés (trabajadores, clientes, proveedores y comunidad), lo que les da una ventaja competitiva para obtener beneficios económicos por sus actividades y mostrar un comportamiento socialmente responsable. De este modo, pueden ofrecer productos y servicios saludables y ecoamigables, que sean valorados por los consumidores. Además, podrán promover prácticas para el desarrollo personal y profesional de sus trabajadores.
Lo señalado se alinea completamente a los postulados de la encíclica Laudato Si, documento papal respecto al desarrollo social, que recomienda promover la dignidad del trabajo humano y la importancia de la comunidad y la sociedad.
En el caso de las mipymes, la cercanía del empresario con sus trabajadores, clientes y comunidad le permite tomar decisiones más humanas y éticas, como la de promover condiciones laborales justas, el respeto por la identidad cultural o apoyar a proveedores comunitarios de la región. Estas acciones fortalecen la cohesión social, promueven el bien común y atienden el llamado del papa Francisco de procurar una economía al servicio de las personas.
Por otro lado, las mipymes tienen un impacto significativo cuando adoptan prácticas responsables con un impacto ambiental positivo, orientadas al cuidado de los recursos naturales, lo que se relaciona con el llamado de la encíclica a repensar el modo en que producimos y consumimos, privilegiando la armonía con la naturaleza o casa común por encima del beneficio empresarial.
Es importante señalar que las decisiones estratégicas y operativas de cualquier negocio se basan en los valores de los propietarios y gerentes (solidaridad, integridad, honestidad, respeto por las personas), que deben guiar las decisiones para una verdadera conversión ecológica.
En las mipymes, esta transformación puede gestarse en las decisiones cotidianas, por ejemplo, al priorizar el bienestar de los empleados, establecer relaciones comerciales justas o contribuir al desarrollo social del país y de la región.
*Especialista en responsabilidad social corporativa (Universidad de Piura)
Por Dr. Julio Hernández Pajares
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