¿Somos tontos para creer que Vizcarra no sabía que Odebrecht integraba Conirsa?

En el denominado “Año de la Lucha contra la Corrupción y la Impunidad”, el presidente de la República, Martín Vizcarra, no representa precisamente un ejemplo de transparencia. El ex gobernador moqueguano dijo a la prensa que su empresa (CyM Vizcarra SAC) NO fue proveedora de Odebrecht, pero luego nos enteraríamos –gracias a un reportaje de “Panorama”– que había faltado a la verdad puesto que su compañía SÍ le alquiló maquinaria a Conirsa (consorcio liderado por la corrupta constructora brasileña e integrado por Graña y Montero, ICCGSA y JJC Contratistas Generales) para la ejecución de los tramos 2 y 3 de la Interoceánica.

A todas luces, Odebrecht –al poseer el 70 % de acciones del consorcio– se trata de la misma cosa que Conirsa. No obstante, el jefe de Estado espera que nos comamos el cuento de que no sabía que esta asociación estaba conformada por la firma carioca (¡por favor, si todo el empresariado nacional quería trabajar con los exfuncionarios brasileños hoy acusados de corrupción!). Llama la atención, sin duda, que Vizcarra siga mintiendo pese a que ser proveedor de Odebrecht no configura ningún delito y, es más, durante los años en que su empresa prestó servicios (2006 y 2008) no se sabía siquiera de las oscuras mañas de la constructora ni tampoco el actual mandatario ocupaba cargo público alguno. ¿Cuál es el problema, entonces, en que diga la verdad, señor presidente? Lo grave del asunto aquí es que no es la primera vez que Martín Vizcarra omite información: antes negó a una agencia internacional haberse reunido con Keiko Fujimori cuando, en realidad, conversaron en privado hasta en dos oportunidades. Finalmente Vizcarra tuvo que rectificarse y le achacó la culpa a Fujimori Higuchi.

¿El jefe de Estado no sabe que la mentira es harto despreciada en el Perú? ¿No fue acaso una mentira sobre una reunión con periodistas el inicio del fin de la gestión del ex fiscal de la Nación Pedro Chávarry? ¿No fue acaso una mentira sobre las asesorías de sus empresas a Odebrecht la que acabó con el gobierno del expresidente PPK? ¡No nos quiera ver la cara de tontos, señor Vizcarra, que la mentira tiene patas cortas y la verdad, tarde o temprano, siempre se llega a saber! Y, por favor, no engañe a la población con que “hay una intención de confundir”, cuando lo único que se le exige es coherencia con lo que promueve su gobierno.

Una raya más al tigre: resulta que Vizcarra tampoco fue sincero cuando declaró que se desvinculó de su empresa en marzo del año pasado al asumir la presidencia. Según registros de Sunarp, esto se dio realmente... ¡tres meses después!

Aaron Salomón (*)

*Periodista.

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