Sobre la piel
Pensé, será conversación con cómoda fluidez, no me equivoqué, pero no imaginé tendría dos tiempos. Una fotografía pidió repetición para el día siguiente. Como en el anterior, el tema y los laterales se abrieron y avanzamos sobre horas y temas no previstos. Hasta el premiadísimo paisaje gastronómico dibujado con sabores regionales, la bastante cara oferta del Central, fue ingrediente de la conversación que aderezamos con Arequipa, caldo blanco, Quinta García Calderón, el hacerte sentir que no perteneces, sus viajes, el Guggenheim, Rothko, Basquiat, Kandinsky, Monet, Chamberlein, diálogo directo con la obra en formato real. Ventanilla, Szyszlo, Arguedas, platería y mobiliario peruano virreinal, Colegio Militar Francisco Bolognesi, Segunda División del Melgar, la Toulouse, su tercer ciclo en Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú pensándolo en escultura, taller de Pablo Yactayo. Materias que componen la historia de Paulo César, artista visual, creador de diseños para el tattoo, su arte, oficio y dedicación, motivo y materia para la Crónica que tienen espacio en su taller en la residencial San Felipe.
Nunca me picó el llamado a tener un tatuaje, declaración de identidad, participación, rebeldía o confesión de credo; en algunos casos dolorosa marca de pertenencia y sumisión. Hoy, más que herencia cultural, es moda usada en todos los niveles sociales, económicos y de educación. Tampoco conocí un tatuador ni había visto una sesión de trabajo. En el taller de Paulo César, tengo oportunidad de conocer dos y presenciar una, no completa. Renato Castro, también artista del tattoo, es amigo de Paulo César y su cliente satisfecho y orgulloso de la selección de escorpiones, víboras, medusas y otros animales con los que hace cuatro años le viene cubriendo buena parte de su cuerpo. Ahora, sobre el pecho, en ondulante infinito los acompañarán la serpiente y llamas de un fuego vivo, diseño exclusivo separado hace meses. Desde la toma de precisas medidas y preparación del lugar escogido para aplicar el tatuaje hasta los toques con las agujas, soy testigo del nivel de cuidado y pulcritud puestos en cada uno de los pasos y la comunicación entre ambos artistas cuando señalan la ventaja del tattoo como arte de pago inmediato.
Antes que llegara Renato conversamos largo con Paulo César, además de lo citado en el primer párrafo salieron a la cancha varios otros jugadores. Patrones de ángulos inca en sus macetas con relieves escultóricos, su estudio de diseño gráfico, el trabajo de arquitectura de interiores. La presencia del ancestral Atoj, inteligente y solitario zorrito serrano, personaje de mitos y leyendas que con Killa, la luna, son identidad de su trabajo que nos permite hacer un viaje hacia las culturas originarias y la presencia del tatuaje en la Dama de Cao como privilegio de poder. La banalización y el desgaste de lenguajes tradicionales y populares en obras sin evolución. Tenemos tiempo para comentar de antiguos conocimientos con que se construyeron los testimonios monumentales que hoy abren interrogantes y plantean misterios sobre civilizaciones y culturas para los que muchas veces no hay respuesta a mano. Que él sí tiene cuando pregunto por el autor de esas dos acuarelas, retratos que tienen vida. Al toque dice Marco Gutiérrez. Buen dato, como seguro será para usted el 921-596-142, número del celular de Paulo César Altamirano Bustamante, que tiene raíz familiar en Piura y Andahuaylas. Es daltónico, pinta utilizando el círculo cromático, no olvida la anécdota de Juan Javier Salazar vendiendo en un micro sus Perú otorongos. Camote, su perro juguetón, recibe engreimiento merecido.
He tomado varias fotos, unos retratos y momentos del trabajo. Creo es tiempo de retirarme. Agradezco por la buena conversación y la grata mañana. Cierro el quipe y estoy en camino.