Sirvientes de Odebrecht
La multifacética feligresía caviar de Gustavo Gorriti no sabe cómo defenderlo. Comparten una dependencia patológica por el referido y la mayoría de ellos –si acaso no todos– rechazan las declaraciones del ex asesor Jaime Villanueva sobre la influencia de Gorriti en la Fiscalía.
Esto luego de haber tomado como dogma de fe todo lo dicho por la misma fuente sobre la suspendida Fiscal de la Nación, Patricia Benavides. ¿De qué va la verdad para estos activistas políticos autoproclamados periodistas de investigación? Todos ellos callaron el escándalo Lava Jato salvo, si torciendo los hechos, se afectaban al dos veces presidente del Perú Alan García y a Keiko Fujimori.
El vocero oficioso del caso Lava Jato fue siempre Gorriti, al parecer en una ‘explosión controlada’ quizás porque involucra a empresarios tan poderosos como José Graña. Así, las denuncias del hombre de IDL-Reporteros bajaron de volumen para transformarse en loas a la “rehabilitada” brasileña Odebrecht y olvidó a Graña, sus coimas, sus adendas, sus sobrecostos, las rutas del dinero sucio que antes señaló eran del principal cómplice del saqueo con la corrupta empresa del psicópata corporativo Marcelito Odebrecht.
Jaime Villanueva ha dicho que Gorriti presionó al Fiscal de la Nación Pablo Sánchez para que designase a José Domingo Pérez y Rafael Vela Barba para conformar el equipo especial del caso ‘Lava Jato’, y que además direccionó las investigaciones contra el presidente García y la líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori. Ahora quieren desvirtuar a Villanueva, pero les es imposible negar que Gorriti manejó al Fiscal de la Nación Pablo Sánchez, porque allí están las imágenes de cómo frustró una diligencia del fiscal Rodrigo Rurush a las oficinas de IDL, simplemente llamándolo.
El viernes en el programa de Milagros Leiva, la ex procuradora anticorrupción y ex congresista Jenny Vilcatoma, mencionó que la declaración de Villanueva “él en sí es el órgano de la prueba, no necesita corroborar nada, los que están obligados a corroborar y es evidente que no quieren, son los fiscales”. Reveló, además, que en diciembre de 2015 se reunió con Gorriti, y le mencionó que el gobierno defendía a Odebrecht, a través de sus ministros, esperando que éste denunciara este hecho. ¿Y qué le dijo el “mejor periodista”, según Pérez? Pues que se “quedara callada, que no dijera nada a nadie”.
Para Vilcatoma, Gorriti nunca defendió al país sino a Odebrecht, “la gran beneficiada”. Esta telaraña de influencias y presiones llevan a que los casos tengan nulidad de origen y pueden ser reclamadas por los afectados: “Todo tiene que declararse nulo, se tiene que empezar de nuevo, hay que pedir la detención a los brasileños, embargarles lo que tienen, tantas concesiones que todavía ganan”.
Mientras tanto, el semanario ‘Hildebrandt en sus Trece’ reveló que Graña y Montero (hoy Aenza) demandó al MTC, para que el Estado le pague S/106 millones, pese a que aún no cancela los S/480 millones de soles de reparación civil por corrupción de obras con Odebrecht.
Gallina que come huevo…
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