Ser primera ministra y no morir en el intento

Inicialmente se daba por descartado que el gabinete Vásquez se alzaría sin complicaciones con el voto de investidura, pero poco a poco varias bancadas con mayor o menor representación de curules en el Congreso adelantan, por las razones que fueren, que no otorgarán la confianza a la nueva premier, no obstante hay que decirlo, numéricamente todavía mantienen la chance de alcanzar los votos necesarios para tal fin.

Qué frágil y hasta transitorio puede llegar a ser ocupar la PCM, la persona que acepta el encargo de liderar este alto cargo dentro del Ejecutivo, a la sazón la (el) número dos dentro de este poder del Estado, puede tener la mejor predisposición de servicio a su país, ser la más capacitada técnica y políticamente, gozar de la simpatía de la población, etc., pero todo esto pasa a un segundo plano, o es opacado, porque uno o varios miembros de dicho poder van en sentido contrario de la dirección de la Política General del Gobierno o de las Políticas Públicas vigentes, con declaraciones u ofrecimientos que dejan vislumbrar lo agrietado de las altas esferas del poder político.

¿Se disparan por la libre?, o en el subconsciente estos funcionarios que entran en colisión con la voz oficial del Ejecutivo, la premier Vásquez la sienten como su “primus inter pares” (la primera entre iguales), que aunque tiene un mayor grado de ascendencia, forma parte del mismo colegiado y como resultado, en la práctica, así la ven y la tratan. ¿O se busca la implosión de la gestión?

¿Se puede ser más imprudente de hablar de “estatizar” el mismo día que la premier ante el Congreso se esforzaba por construir confianza, alejando los demonios de expropiaciones a fin de obtener el voto de Investidura? Bueno, eso es lo que hizo el jefe del Estado, Pedro Castillo, desde Bagua Grande, si fue o no un lapsus, no tardaremos en saberlo. Y luego el ministro de Educación, anunciando que su sector trabaja una norma para el nombramiento directo sin evaluación para los docentes contratados, en buena cuenta una CONTRARREFORMA EDUCATIVA, un atentado a la “meritocracia”, que claro está difícilmente será aprobada por el actual Congreso…, aunque ¿quién sabe?

Y en medio de este escenario, el Ejecutivo solicitando al Parlamento se le autorice legislar en materia tributaria y fiscal. No han salido de la cuestión de confianza y ya están pidiendo legislar en temas “sensibles”. Lo cierto es que la premier Vásquez debe en la interna ajustar tuercas y hacer que se alineen sus pares y consensuar unidad de criterio con el jefe del Estado.

Si no, pasará su gestión de “interprete” de los lapsus de los altos funcionarios, o bombera, apagando incendios (crisis políticas) o, lo más digno, decirle al Presidente Castillo, “Te lo agradezco, pero no…

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