Separatismo del sur está al pairo
La intervención unificada del comando militar y policial sirvió para sosegar a la mayoría de los violentos. En la medida que redujeron las protestas, se pudo ver que sus raíces profundas provienen de áreas sin ley, con una alta criminalidad organizada y delincuencia, en la que habitan los portadores del virus SEPARATISMO-22.
Apareció con violencia por primera vez el 2022, tras la salida del golpista Castillo. Ahora, Puno es reconocido como el epicentro de la rebeldía y sigue con más de 30 bloqueos de carreteras y con enormes vacíos de orden incitados por movimientos aymaras que se rumorean enfrentados entre sí. Obvio, era tiempo de rendir cuentas a la mafia financista por su fracaso en la Toma de Lima. Tarde o temprano, los delincuentes son intolerantes y codiciosos frente al fiasco. Sin embargo, la fecha de la II Toma de Lima fue agendada para el 1 de marzo, según informó la Policía.
Sólo el 5% del Perú sigue en las manifestaciones contra el gobierno. En estas fechas, muchos puneños prefieren disfrutar del Carnaval mientras que las fuerzas del orden restablecen el Estado de derecho. Además, varios dirigentes Aymaras estarían a favor de una solución estructural antes que la Guerra Civil, una Nueva Nación Aymara y mucho menos acabar siendo parte de Bolivia. Es decir, desean autonomía para el manejo de recursos económicos respecto al Gobierno Central, sin entender qué significa reactivación. Hasta el momento, la facción separatista aymara ha perdido el paso debido al indiscreto aburrimiento, rabia y frustración de sus dirigentes por la falta de resultados. Así pues, están al pairo...
A pesar de todo, el problema es que no tenemos una vacuna contra el virus SEPARATISMO-22. Encima, la pandemia del separatismo funciona como endemia, es decir, se mantiene por tiempo prolongado en una población de un área, como es el sur peruano...
En Davos, la periodista Michele Wucker, prefirió llamar a este problema “rinoceronte gris” porque todos pueden ver el riesgo que genera, pero nadie quiere acercarse. El separatismo ha ocasionado una violencia beligerante en el Perú y no se va ha erradicar del país simplemente declarando persona no grata a Evo Morales, como bien hizo el Congreso en enero.
Hay que conocer bien el SEPARATISMO-22. La idea de la república aymara es insurreccional, anacrónica, mesiánica, étnica y no tiene nada que ofrecer. Sus bases étnicas recurren al racismo puro para tener al “nuevo sujeto social” aymara. Un concepto idéntico al del ex-primer ministro sudafricano, racista intransigente, Johannes Strijdom, artífice del apartheid.
El discurso refundacional del separatismo usa términos como: Estado fallido, pueblos originarios, culturas ancestrales, indigenismo y otros más de carácter religioso o sagrado. Los símbolos subliminales del separatismo buscan destruir la cultura, patrimonio, tradición, historia, valores y todo lo que produzca identidad patriótica.
Eso es el wiphala, una falsa imagen prehispánica que busca destruir nuestra rojiblanca, el real símbolo de mestizaje y unidad. So pretexto usan la wiphala para difamar a nuestros héroes, fuerzas del orden y lanzar piedras contra nuestros monumentos históricos en Lima.
El Ministro de Defensa respondió al bluff del SEPARATISMO-22, explicando que no están militarizando Puno y sólo buscan restablecer el Estado de derecho desbloqueando las vías. Boric dijo lo mismo sobre los mapuches en la frontera de Chile y hasta hoy está militarizado.
No hay limpieza a medias tintas, sino el mal regresará desde lugares alejados y sin control. La erradicación ataca a la estructura orgánica. Igual se hizo contra el terrorismo de los 90s.
Replique ministro Chávez un nuevo Plan Patriota para VRAEM y todo el separatismo, porque en enero muchos operadores del MAS habrían llegado de Bolivia. Liberar al Perú del SEPARATISMO-22 es una tarea incesante hasta vacunar a toda la población.
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