Seguridad Social Universal

Observamos con frecuencia en documentos oficiales expresiones erróneas de “seguridad social en salud” o “aseguramiento universal en salud”. No existe “seguridad social en salud”.

Desde 1942, Beberidge hablaba de “seguridad social”, como un concepto integral, que abarca los componentes de salud, pensiones y otros subsistemas relacionados con el bienestar ciudadano, para “aliviar el estado de necesidad e impedir la pobreza… objetivo que debe perseguir la sociedad moderna y que inspira el carácter de generalidad de la protección”. La Declaración Universal de los Derechos Humanos en su Artículo 22 expresa: “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional… la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad”.

Si se quiere puntualizar el subsistema de salud de la seguridad social, es mejor denominarlo “seguro social en salud”. Pareciera que la globalización que vivimos nos lleva también a “globalizar” conceptos y se prefiere hablar de “aseguramiento”, creando mayor confusión. “Seguridad social universal” o “seguridad social en salud” o “Aseguramiento universal en salud”, no son lo mismo.

El “aseguramiento universal en salud” es el acceso de la población a un tipo de “seguro de salud”. Es la suma aritmética de los ciudadanos que son cubiertos por el seguro social (EsSalud), o el seguro estatal (Seguro Integral de Salud - SIS), o los seguros privados (Compañías de Seguros); pero con coberturas de atención diferentes. Es simplemente un engañamuchachos. El Gobierno está obligado a dar cobertura de atención integral de salud a la población pobre y no asegurada, con su financiamiento y su presupuesto; y no “confiscar” los recursos de los asegurados de EsSalud, vía adscripción de EsSalud al Minsa.

El actual “gobierno de izquierda” no se diferencia de los de “derecha” en sus conceptos, repiten la misma mentira del “aseguramiento universal en salud” o “seguridad social en salud”, cuando lo diferente sería propugnar la universalización de la seguridad social como una vía para mejorar las condiciones de salud y de vida de la población. Se puede lograr esta universalización mediante el empleo pleno con derechos, la subvención del Estado a la población en extrema pobreza, la reforma tributaria y el cambio del modelo de atención en la seguridad social.

En nuestro país el ideal debe ser alcanzar la “seguridad social universal”, para todos los ciudadanos, como lo señalaron Beberidge (1942) o Bolívar en su Discurso de Angostura (1819), condición que en gran medida ha sido alcanzada por varios países europeos: Francia, Alemania, España, Inglaterra; los países nórdicos; Canadá; etc.

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