Seamos sinceros: es odio, no solución
“¿Qué nos garantiza que quienes resulten elegidos en abril del 2020 serán mejores que aquellos a los que hoy queremos echar?” Es la pregunta que plantea el periodista Pedro Tenorio en su columna de hoy en el diario El Comercio.
Yo digo que NADA, no nos garantiza nada, los candidatos no vendrán de Júpiter o Saturno, saldrán de nosotros mismos, y muchos seguirán contagiados de esa misma corrupción que muchos dicen odiar, pero que es transversal a todo ciudadano carente de valores y principios.
Alguien dijo por ahí que al peruano tú le das a elegir a 130 nuevos congresistas, pero al día siguiente igual pedirían cierre del Congreso. ¿Saben por qué? Porque el Congreso es el fiel reflejo de su sociedad y a nadie le gusta verse mal en el espejo.
Seamos sinceros, a la mayoría que pide adelanto de elecciones, no le interesa elegir a nuevas autoridades, sólo les interesa que se vayan los “fujiapristas”, como que si la corrupción fuese únicamente propio de estos.
El odio vuelve a muchos irracionales. Son como focas que aplauden las medidas populistas de un presidente que apela a la desinformación y al rencor popular, y repiten como loros las arengas de gente que no tiene ni la menor idea de lo que es institucionalidad democrática.
Ahora se espera nuevas elecciones para “librarnos de los malos políticos, y elegir a mejores autoridades”, pero ese mismo pueblo que mayoritariamente votó por corruptos, es el mismo que votaría en el 2020 de aprobarse la reforma. ¿Habremos aprendido la lección en tan corto tiempo?
Por: Alejandro Muñante Barrios.
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