Se deteriorarán más las relaciones Ejecutivo-Legislativo

Nunca, como la semana anterior, se evidenciaron tanto las crecientes limitaciones de Dina Boluarte y su gobierno: el Congreso le negó permiso para viajar a la ONU (Nueva York); cometió un grave error en el Mensaje a la Nación, diciendo: “de los 38 incendios activos a la fecha, están activos solo 38” (todo parece indicar que no tiene idea de lo que lee); el PCM Adrianzén anunció que no era necesario declarar en emergencia los incendios forestales y, poco después, retrocedió y se declaró la emergencia; además, se tomó la decisión de no entregar a la Fiscalía información sobre el “cofre” (vehículo presidencial) por ser considerada “reservada”; se enfrentan crecientes dificultades para conseguir profesionales debidamente calificados para el Directorio de PetroPerú; etc.
Y todavía no se inicia el último año de gobierno, etapa en la cual el Ejecutivo ya no puede disolver el Parlamento. Esto coincide con la necesidad de las agrupaciones políticas de “distanciarse” del Ejecutivo, con la esperanza de que la ciudadanía “olvide” las numerosas ocasiones en que el gobierno y el Legislativo se mantuvieron unidos al aprobar una serie de dispositivos legales que podrían beneficiar a intereses personales o grupales, pero no a los intereses nacionales.
Otro frente en el que las cosas no marchan bien para Boluarte es el Judicial, ya que la Fiscalía presentará una nueva denuncia constitucional, esta vez (la tercera) por encubrimiento personal y obstrucción a la justicia.
El caso de PetroPerú (PP) es el que mejor ejemplifica las limitaciones del Ejecutivo. Un caso que Boluarte debe conocer muy bien, ya que estuvo en el gabinete ministerial durante todo el período de Castillo, con excepción de 4 meses.
Pero a pesar de conocer la muy delicada situación de PP y el papel central que jugó la Nueva Refinería de Talara (NRT) en generar dicha crisis, Boluarte decidió nombrar como ministro de Energía y Minas al responsable de dicha refinería, Oscar Vera Gargurevich. Como si esto fuera poco, cuando el directorio de PP en pleno demandó al gobierno definir el camino a seguir para superar la crisis, Boluarte habría condicionado la aprobación del Decreto de Urgencia (DU), en el que se aprobaba la reestructuración, al nombramiento de Vera Gargurevich como gerente general de PP. ¿Cuál es la vinculación tan fuerte de Boluarte con el fracasado ministro Oscar Vera?
El hecho de otorgar cientos de millones de dólares a PP sin condición alguna; la inacción del gobierno ante los plazos perentorios; la utilización de los mismos argumentos que utilizó Humala y sus colaboradores (al tratarse de una empresa o proyecto “estratégico”) y otros factores, demuestran claramente la orientación estatista de Boluarte y sus colaboradores, así como su descalificación para seguir manejando la profunda crisis de la petrolera estatal.

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