Rutas sin rumbo
En la campaña electoral municipal, el alcalde Rafael López Aliaga ofreció “expropiar” los peajes concesionados a la empresa Rutas de Lima por la Municipalidad de Lima, a cargo, en aquella época (2013) de Susana Villarán. Quería y quiere solucionar el enorme impasse que produjo la firma de un contrato malhadado que impone un pago de 6.50 soles a los habitantes de Puente Piedra por entrar y salir de su distrito. Hasta el camión de basura paga.
Por qué se colocaron las casetas de peaje en Puente Piedra, convirtiendo a sus moradores en prisioneros de tal cláusula, no sabemos. No le interesó a la excaldesa izquierdista Susana Villarán. Ella, según propia confesión, recibió coimas por 11 millones 293 mil dólares para la campaña del no a su revocatoria de Rutas de Lima, empresa de Odebrecht y de la también brasileña OAS, a cargo de Línea Amarilla.
Luego, en el 2016, Odebrecht vende a una empresa canadiense-brasileña, Brookfield, su socia, el 57% del accionariado. Sabía perfectamente qué compraba, porque Marcelo Odebrecht ya estaba encarcelado por delincuente.
El alcalde López Aliaga se indigna y protesta con total razón. Esos contratos, todos, son hijos de la corrupción y la trafa. Villarán estuvo en cárcel, fue venal e inmoral. ¿Cómo reconocer ese convenio espurio? Más aún si los ‘puentepedrinos’ están siendo asaltados impunemente. Sin embargo, el derecho y las leyes tienen sus normas. Respetarlas, gusten o no, es indispensable para que una sociedad sea viable. El alcalde se abrió un flanco cuando dijo que anularía lo pactado. La aprobación de su gestión ha descendido al 38%, y la desaprobación aumenta 4%.
El burgomaestre denuncia una campaña en su contra. Es obvio, pero tal vez no debió ser tan confrontacional, aunque su enfado sea absolutamente justificado y compartido. López Aliaga es el político de derecha más activo en este momento y tiene una responsabilidad con quienes comparten esa orientación. Aunque hay un tema que no se contempla. Más allá de los epítetos contra las empresas corruptas, el alcalde ofreció apoquinar para que se “largue Ratas de Lima”. Pero, como dice la salsa, ‘quién paga esta vaina, quién paga este entierro”.
El ministro de Economía propició una negociación con Rutas de Lima, y anunció tajantemente que el Estado no pondría ni un centavo para esa alternativa. No podemos pagarla todos los limeños. Además, judicialmente, lo que manda en este fraude, la corrupta Odebrecht aún no ha sido sentenciada en el Perú, tampoco Susana Villarán. No hay fallo. Todos sabemos lo maleante que es Odebrecht, pero no hay veredicto y las acciones legales entre las partes han sido ganadas por Brookfield, la hermana de la deshonesta empresa brasilera.
Entretanto los puentepedrinos están extorsionados todos los días. Parece no haber espacio para una ruta alterna. ¿Se puede hacer un bypass que los libere de este abuso? No lo sabemos. Un video, una animación audiovisual de cómo es exactamente el tema, sería de ayuda para la opinión pública. López Aliaga viajará a EE.UU. y a Francia, donde está domiciliada legalmente Brookfield, visitará las instancias legales. Los peruanos le deseamos éxito. Debe notar lo que ocurre Brasil con Odebrecht. Los servidores informáticos de la empresa ya no son pruebas, y los colaboradores brasileños perdieron la memoria. Que no descuide otros ofrecimientos, como los interesantes reservorios de agua.
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