ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Ruta de la Seda Digital y otras vías hacia el control

Imagen
Fecha Publicación: 14/09/2025 - 21:21
Escucha esta nota

La geopolítica del siglo XXI no solo se juega en las fronteras o campos militares; se define con algoritmos, plataformas digitales y la infraestructura tecnológica que sostiene la vida social y política. La tecnología digital como herramienta de poder es capaz de derrumbar gobiernos o perpetuarlos. Las potencias han diseñado modelos diversos, contradictorios y complementarios en su capacidad para condicionar la libertad ciudadana.
China lo entendió pronto. En 2015 incorporó a la Franja y la Ruta una Ruta de la Seda Digital, proyecto que despliega cables submarinos, satélites, redes 5G y centros de datos en todo el planeta. Promete cerrar brechas digitales en el Sur Global, pero su objetivo es asegurar un lugar central para el Partido Comunista en la arquitectura tecnológica mundial. El discurso oficial habla de cooperación y desarrollo inclusivo. El propósito es garantizar influencia geopolítica, dependencia tecnológica y exportar un modelo de gobernanza digital autoritario, con control y censura como mecanismo de estabilidad.
Estados Unidos aplica el capitalismo de plataformas. Google, Meta o Amazon concentran poder económico y cultural, modelando la esfera pública con una lógica de mercado que monetiza servicios. La innovación se confunde con legitimidad y la popularidad digital con influencia política. Esa legitimidad frágil y volátil, sostenida por contenidos virales que inundan los espacios digitales, alimenta la polarización y desinformación.
La Unión Europea, países disímiles con problemas comunes, ofrece otro camino. Su bandera son regulaciones en defensa de los derechos ciudadanos. El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) obliga a las empresas a respetar el derecho ciudadano a decidir sobre su privacidad y datos personales. La Digital Services Act (DSA), para frenar la desinformación, manipulación política o el abuso de grandes plataformas, impone filtros y controles que censuran contenidos. Buscan construir legitimidad digital garantizando derechos, pero sin plataformas propias ni capacidad para competir, su alcance real es limitado.
Antonio Calleja-López, Ekaitz Cancela y Marta Cambronero describen el panorama en su informe Desplazar los ejes: Alternativas tecnológicas, derechos humanos y sociedad civil a principios del siglo XXI. Analizan un futuro digital que no puede reducirse con agendas de potencias, presentando a la sociedad civil como clave para desarrollar alternativas. Basados en experiencias en 64 países, proponen libertades digitales básicas: neutralidad de internet, control ciudadano sobre los datos y una vida libre de vigilancia masiva. Plantean respuestas frente a modelos incompletos y contradictorios que compiten por el poder global.
De esa tensión surge una tipología para entender el presente. Estados Unidos produce una legitimidad inestable y volátil, Europa genera una legitimidad débil y tecnocrática, mientras China proyecta una legitimidad de largo plazo en busca de estabilidad. Tres lógicas que muestran que la tecnología no transforma a todos de la misma forma: se adapta según la esencia de cada régimen. Al hacerlo, convierten la infraestructura digital en arma política, herramienta de control y manipulación que sostiene regímenes o precipita conflictos.
La planificación estratégica china, con su Ruta de la Seda Digital, es la cara visible de la disputa. Pero no podemos perder de vista otras rutas decisivas. Los ciudadanos son los llamados a defender el derecho a la información, libertad de expresión y facultad para comunicarse sin ser manipulados. La democracia no se sostiene sin libertades digitales garantizadas.
El siglo XXI será recordado no por sus guerras, sino por la batalla contra algoritmos que definirán si somos capaces de preservar nuestras libertades digitales o si seremos sometidos al control y la obediencia.

Mira más contenidos en Facebook, X, Instagram, LinkedIn, YouTube, TikTok y en nuestros canales de difusión de WhatsApp y de Telegram para recibir las noticias del momento.