Rey y Barba (II)

Conocí a José Barba Caballero cuando era diputado, pero solo de lejitos, ya que en los años 1985-1990 yo era empleado del Senado, pero cuando él fue senador y luego congresista de 1990 – 2006 ya nos hicimos amigos. Pepito, como cariñosamente lo llamábamos, era uno de los pocos parlamentarios que tenía las cosas claras, su olfato político casi nunca le fallaba y es que seguramente desde la cuna aprista descubrió a usar los seis sentidos, incluyo la intuición, para generar hipótesis sobre la coyuntura política que le permitían certeza en sus predicciones y soluciones.

Entiende que la política es arte más que ciencia y dentro de ello practica la tranquilidad como elemento clave para tener esa visión que lo caracteriza. Pocas veces estaba molesto, y ante alguna circunstancia políticamente difícil lo he visto caminar con pasos lentos, mirada fija y muy pensativo hasta que encuentra rápidamente la respuesta correcta. Durante los años de parlamentario usaba guayabera en el verano y en el invierno un abrigo grueso hasta casi la rodilla con su característica chalina; en una temporada usaba bastón no porque lo necesitara sino poque le gusta coleccionarlos y exhibirlos. Sin embargo, él se caracterizaba además por caminar por el Congreso con su tacita de café exprés frío azucarado y su puro en mano; tuvo la gentileza de obsequiarme algunos que los disfruté oportunamente. En los años noventa se permitía fumar en el hemiciclo del Congreso, pero cuando empezó la corriente antitabaco y sólo se autorizaba fumar en algunos lugares, Pepito puso un letrero en su escaño con la frase “zona de fumadores” y se deleitaba con su puro en las sesiones mirando alegremente a sus colegas que no se atrevieron hacer lo que él para fumar en el pleno. Luego me enteré de que algunos congresistas fumaban puro en la Sala Mariátegui e institucionalizan “Los Cuchilleros” fundado por Luis Gonzales Posada, Rafael Rey Rey y José Barba Caballero; luego se incorporaron Ántero Flores-Aráoz, Natale Amprimo, Mauricio Mulder y Rolando Breña, correcto parlamentario de izquierda. El propósito era el de conspirar bromas “quirúrgicamente elaboradas” contra sus colegas. Sé que “Los Cuchilleros” siguen reuniéndose, pero no para maquinar bromas sino para dar asesoría gratuita a voceros de diversos partidos políticos en aras de la estabilidad política y social del país. Para terminar, viajamos a la China e hicimos escala en Ámsterdam... Pepito, se acabó el espacio.

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