Reto 75
Reto 75 es una iniciativa puesta en marcha a mediados de junio por Adex, la Cámara de Comercio de Lima, Perucámaras y la Sociedad Nacional de Industrias para alcanzar la meta de US$ 75 mil millones de exportaciones de bienes y servicios en el 2021. Según el presidente de Adex, la propuesta permitirá al país crecer 2 puntos porcentuales adicionales cada año hasta el 2021 y generar 1 millón 600 mil empleos.
En el 2018 las exportaciones de bienes y servicios totalizaron 184,035 millones de soles equivalentes a 55,983 millones de dólares americanos. Esto significa que para llegar a la meta de US$ 75 mil millones (o 247,500 millones de soles al tipo de cambio actual) se requiere incrementar las exportaciones de bienes y servicios en US$ 6,339 millones (S/ 20,919 millones) cada año.
En esta entrega analizamos la viabilidad de la propuesta y sus efectos sobre el crecimiento de la economía y la generación de nuevos puestos de trabajo. Para este análisis utilizamos una versión simplificada de la Tabla Insumo Producto del INEI. En la Tabla 1 presentamos la información para el año 2017 en forma agregada a cuatro sectores económicos: (1) Agropecuario y Pesca; (2) Minería e Hidrocarburos; (3) Manufactura; y (4) Servicios. Los componentes de la demanda final se han agrupado en Consumo Final (que incluye el consumo del Gobierno), Formación Bruta de Capital (que incluye la inversión pública y la variación de existencias) y las exportaciones. Las importaciones, que incluyen bienes y servicios, se restan para obtener la demanda total neta.

En la tabla se aprecia, por ejemplo, que el país consume 38,557 millones de soles de la producción agropecuaria y pesquera y que las importaciones de manufacturas equivalen a 120,107 millones de soles, cerca de un tercio del consumo total de bienes manufacturados.
La demanda total para cada uno de los cuatro sectores es igual a la demanda intermedia más la demanda final. La demanda intermedia son los bienes entregados como insumos a los diferentes sectores para la producción de los bienes de consumo final. El consumo intermedio son los insumos utilizados por un sector para producir bienes de destinados al consumo final. El Valor Agregado (PBI) se define como el Producto Bruto (producción total de la economía) menos el consumo intermedio. Observamos que hay sectores como el de agricultura y pesca que para generar 46,334 millones de soles de valor agregado necesitan insumos (consumo intermedio) equivalentes a solo 18,067, mientras que el sector manufactura para producir un valor agregado de 88,153 necesita 173,612 millones de soles en insumos.
Estas diferencias entre sectores definen el grado de encadenamiento de los sectores económicos y el nivel tecnológico de un país. De igual manera existe una relación tecnológica entre el Producto Bruto y el nivel de empleo (número de trabajadores) en cada sector. Observamos que en el caso del sector agropecuario el número de trabajadores que se necesita por unidad de producción bruta es mayor que en otros sectores especialmente el minero. Esto está asociado a la productividad laboral de cada sector.
Para analizar el impacto en la producción y el empleo de un incremento de las exportaciones necesitamos conocer los “multiplicadores” de las exportaciones. Si incrementamos las exportaciones de 56 mil millones a 75 mil millones habrá un incremento “directo” del PBI por el simple hecho del aumento de las exportaciones. Pero también habrá un incremento “indirecto” asociado al incremento de la actividad intermedia de la economía. Es decir, para exportar más se necesitan también más insumos y más trabajadores. Al efecto combinado de los impactos directo e indirecto de un aumento de las exportaciones se le denomina “efecto multiplicador” de las exportaciones.
Pero no basta conocer el efecto multiplicador total de las exportaciones, sino que es necesario conocer el efecto multiplicador de cada tipo de exportaciones. No es lo mismo incrementar en 1,000 millones las exportaciones mineras, que incrementar en 1,000 millones las exportaciones agropecuarias. Es necesario diferenciar los efectos multiplicadores de cada tipo de exportación para conocer el verdadero impacto del incremento global de las exportaciones. Esta diferenciación es especialmente relevante en el caso de la generación de nuevos puestos de trabajo.
Utilizando la tabla insumo producto simplificada del 2017 hemos calculado los “multiplicadores” de los diferentes tipos de exportación. En la Tabla 2 se presenta el impacto multiplicador de las exportaciones en el PBI total y en el empleo para cada uno de los cuatro sectores. Observamos que los impactos son diferentes para cada sector tanto en el crecimiento del PBI como en la generación de empleo. La minería genera más crecimiento que la agricultura, pero incrementa menos el empleo. Estos cálculos nos dan un norte de cómo deberíamos priorizar nuestras exportaciones en el mediano plazo.

Basados en los cálculos presentados en la Tabla 2 podemos concluir que la meta del Reto 75 es alcanzable en términos de crecimiento económico (2 % más al año) pero alcanzar la meta de empleo va a depender del crecimiento de las exportaciones de los sectores agropecuario y servicios (turismo). Las exportaciones mineras por sí solas no serán suficientes para lograr la meta del millón seiscientos mil puestos de trabajo adicionales hasta el 2021.
Un análisis más completo debe tomar en cuenta no solamente la demanda adicional proveniente del incremento de las exportaciones sino, además, las limitaciones por el lado de la oferta o los cuellos de botella que se presentarían para satisfacer la demanda adicional implícita en la iniciativa Reto 75 y el nivel de inversión que se requiere para generar la producción o los insumos adicionales (energía, agua y electricidad en cantidad y a precios competitivos) asociados a la mayor demanda. De igual modo, y tal vez de forma más importante, se deben tomar en cuenta los aumentos de productividad que se requieren en el corto plazo para lograr el aumento de producción. Por ejemplo, la necesidad de aumentar la productividad del sector agropecuario con nuevas técnicas de irrigación y disponibilidad de agua durante todo el año mediante la disponibilidad de reservorios o técnicas de sembrío y cosecha de agua.
Para poder tomar en cuenta las limitaciones por el lado de la oferta simultáneamente con el impacto de las exportaciones planteadas en Reto 75 hace falta el uso de un modelo de equilibrio general como el implementado por Maximixe y Predice.
Finalmente, Reto 75 no será viable si no se destraban las reformas estructurales como la flexibilidad laboral, la reforma tributaria, la reforma del sistema previsional y de salud. Sin estas reformas difícilmente se concretarán las inversiones que se necesitan para viabilizar el aumento de la oferta exportable.