Retirémonos de la OMS
El neocomunismo —concretamente la organización caviar o Woke— controla los hilos de las Naciones Unidas y, consecuentemente, los más importantes entes multinacionales que dependen de esa otrora cúpula de representantes universales de la más acrisolada comunidad político-cultural del planeta. Basta recordar que un personaje de reconocidas cualidades, como don Víctor Andrés Belaúnde —pensador, jurista, intelectual, diplomático, filósofo, escritor y educador—, fue representante peruano ante esa asamblea planetaria. Precisamente, por sus grandes dotes personales y profesionales, llegó a ser presidente de la Asamblea General de la ONU entre 1959 y 1960. Posteriormente, Javier Pérez de Cuéllar, otro insigne peruano, fue nombrado secretario general de las Naciones Unidas, ocupando ese trascendente cargo entre 1982 y 1991. Desde entonces, solo un pequeño círculo íntimo de familiares y amigos conoce quién es el representante del Perú ante la ONU, revelando el descrédito de esa asamblea debido a que su politización izquierdista ha arruinado su otrora eficiencia administrativa y su acertado control de la ONU.
Hoy existen diecinueve organismos y dependencias especializadas de la ONU que, en rigor, no sirven para nada. Destacan aquellas que brillaron hasta los años ochenta del siglo pasado y hoy sirven para muy poco, salvo para darle trabajo a millones de zánganos que viven como magnates, como los otrora poderosos Banco Mundial, FMI, Oficina de Control de Drogas y Delitos, OMS, FAO, OIT, OACI, etc.
Por eso, tiene sentido el anuncio del presidente argentino Javier Milei de retirar a su país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como antes hizo el presidente Donald Trump. Sobre ello, el especialista peruano, doctor Omar Neyra, sugiere que el Perú haga lo mismo, pues la OMS “provocó una monumental crisis mundial que desembocó en cuarentenas decretadas por la OMS. La evidencia científica decía que podías limitar las cuarentenas a espacios pequeños, con vigilancia sanitaria; pero no debía encerrarse a todo un país, como Perú, donde se nos confinó durante cuatro meses; por ello obtuvimos el mayor número de contagios posibles”.
Neyra considera que la OMS fue cómplice de este error, al no advertirnos del impacto negativo que provocaría aplicar cuarentenas masivas “sin previo y adecuado control sanitario”. Recuerda que el Perú registró alrededor de 250 mil muertes por covid-19, la cifra más alta de muertes per cápita en el mundo. Según Neyra, una de las principales causas fue usar masivamente pruebas rápidas para diagnosticar covid, impuestas por el miserable Vizcarra con su ministro de Salud, el “Mengele criollo” Víctor Zamora. “La OMS debió decirnos que las pruebas rápidas no servían para detectar covid”, señala Neyra, criticando que la OMS jamás contactó al Perú para advertirle de semejante error. Agrega: “La situación en Perú es lo suficientemente grave como para justificar su retiro de la OMS. (…) Lo que va a pasar es que más países se van a retirar, porque Italia también va en ese camino”; y concluye: “Siguiendo el ejemplo del presidente argentino Milei, Perú debiera retirarse de la OMS y denunciar al director de la OMS por el irreparable daño que nos ocasionó”.
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