Respeto

El gobierno de Pedro Castillo nos ha probado algo: no le interesa qué le pasa al ciudadano. Tras un año de gobierno, es una pesadilla realizar un trámite para conseguir un pasaporte o un DNI. Pensar en constituir una empresa comienza a ser calificado de deporte aventura, mientras que los precios de los commodities que alimentan, a la larga, la caja fiscal con la cual se pagan a profesores, policías y personal médico comienzan a tener una tendencia a la baja.

Esta realidad, que parece pesadilla, se vería aún más complicada. El Congreso de la República comienza su periodo electoral interno para elegir la nueva Mesa Directiva y los nombres barajados generan más de un dolor de cabeza. Así Alianza para el Progreso podría decidir -una vez más- el futuro del país, sin embargo, en vez de tomar esta responsabilidad seriamente presentan propuestas que hacen pronosticar más problemas que soluciones.

¿A qué nos referimos? Tanto el Poder Legislativo como el Ejecutivo tienen que solucionar urgentemente el tema pensionario como la reactivación económica. Sin ambos no tendremos ni futuro ni presente, pero parece que no les interesa a ambos poderes del Estado poner manos a la obra.

Sin embargo, la situación no está perdida. La opinión pública levantó su voz. Por ejemplo, los empresarios emitieron un comunicado en conjunto luego de los hechos ocurridos con la salida del exministro del Interior, Mariano González, y la coyuntura política, precisando que en caso se corrobore la obstrucción a la justicia, el presidente Pedro Castillo debe renunciar a su cargo.

El sistema de salud y de educación siguen en tan mal estado como siempre, si no es que peor. No hay empleo. La frustración ha traído conflictos sociales. No se ha dado ni un paso para solucionar nada mientras que el presidente sigue acumulando cuentas en su rosario de denuncias.

¿Cómo salir de esta crisis? A esta altura de los eventos, es difícil hallar dos personas que se encuentren de acuerdo sobre la ruta que debemos seguir los peruanos, pero en lo que sí existe acuerdo es que no podemos seguir viviendo encharcados en el fango de la corrupción.

Un pueblo que todos los días se levanta para hacer este país mejor, no se merece el gobernante que tenemos. Los contribuyentes, hartos de tanto saqueo a la caja fiscal, no nos merecemos el mal gasto que se hace de los escasos recursos que juntamos. Las personas más pobres de este país no se merecen la escasez de medicamentos, escuelas en mal estado y la inflación que afectan sus escasos recursos y promesas populistas que juegan con sus sueños.

Lo que nos merecemos los peruanos este 28 de julio es respeto por parte de los políticos. Ya basta de tanto desprecio por la ley. Acaben con el juego político que lo único que busca en llenar sus bolsillos o el silencio cómplice ante los hechos delictivos. No queremos que escojan sus batallas, sino que luchen nuestra guerra para poder construir un país viable, en el cual podamos vivir de nuestro trabajo en paz.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.