¡Renuncia, Bellido! ¡Acuerdo Nacional sin prosenderistas!

Previsiblemente el binomio siniestro Castillo/Cerrón ha planteado un Gabinete de terror, lleno de personajes cuestionados, sin experiencia de trascendencia para dirigir los sectores del Estado. Incluso algunos con historial de sanciones o faltas. Un gabinete dirigido además por un curioso elemento del Partido de Gobierno que defendía airadamente a Sendero Luminoso en televisión; sujeto por demás sin cualidades para ser primer ministro o siquiera alcalde distrital. Un hombre pequeño y sectario que ahora amenaza sin rubor a Diario Expreso y a otros medios de comunicación críticos a las ideas fuerza del proyecto marxista-leninista en ciernes. Es un gabinete básicamente para provocar una negativa de confianza y avanzar hacia la estrategia de disolución presentando un segundo Gabinete aún peor.
Las fuerzas democráticas por tanto no deben caer en la provocación que plantean los ultras y evitar facilitarles su plan. Fallida la estrategia - con una mayoritaria abstención por ejemplo- el Ejecutivo se verá acorralado, encorsetado en el marco normativo de la Constitución de 1993. En ese punto podrían entender que sería más fácil si enmienda el rumbo. En todo caso las expresiones ciudadanas deben seguir movilizadas y presionando políticamente bajo un solo concepto unificador: “¡Renuncia Bellido!”. Es la primera gran batalla ciudadana democrática. Bellido es inviable, pero su caída no puede darse gastando una bala de plata negándole la confianza. Más bien pienso que el parlamento debe elegir con decisión e inteligencia a los nuevos miembros del Tribunal Constitucional.
Algunas voces han propuesto ir por la vacancia del falso profesor campesino. Sin embargo cada proceso político de esas características requiere contar previamente los votos. Un intento fallido de vacancia lo único que haría sería fortalecer a Castillo y ahuyentar a los sectores neutros y al centro de la causa democrática. La línea clara de acción política en este terreno debe ser: la oposición debe ser la generadora de grandes consensos, no regalarle eso al gobierno. Para implementar su programa hiperestatista necesitan una Asamblea Constituyente, en el camino se irán desgastando por su demagogia de “no más pobres en un país rico” pues en el sur y en el centro del Perú –sus bases más fuertes– la pobreza aumentará con las erráticas decisiones que tomarán en materia económica y la falta de confianza de los agentes económicos grandes y pequeños.
La semana pasada en esta misma columna planteamos un segundo acuerdo nacional para frenar los previsibles arrestos autoritarios de “Perú Libre”. El aún Primer Ministro Bellido parece haber recogido esta idea y plantea un “Acuerdo Bicentenario”. Bueno le planteamos una agenda de 5 puntos de este nuevo gran consenso nacional: erradicar el narcoterrorismo del VRAEM, profundizar el empoderamiento de la mujer, respetar a todas las minorías, fortalecer a la PNP y a las FFAA evitando crear milicias populares, finalmente empoderar económicamente a las Mypes y a los pequeños productores del campo. Obviamente esta plataforma sólo sería posible con la salida de Bellido, pues en buena medida representa todo lo contrario a esta agenda y más bien encarna taras premodernas cómo la misoginia y la homofobia.

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