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Relación de la bancada congresal con el partido o alianza de partidos que la auspició en el proceso electoral (III)

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Fecha Publicación: 10/06/2024 - 22:40
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En las dos partes ya publicadas de este artículo he argumentado sobre la relación que existe entre una bancada congresal y el partido o alianza de partidos que, necesaria e ineludiblemente, auspició la candidatura durante el proceso electoral. Sencillamente, no es posible que alguien sea candidato a una elección congresal (lo mismo sucede con la plancha presidencial, integrada por candidatos a la presidencia y vicepresidencias de la República) si no es postulado por un partido político o alianza de partidos.
También me he referido al problema que existe, de dimensión preocupante y no necesariamente reciente, respecto de congresistas que una vez en el cargo abandonan sus grupos parlamentarios o bancadas, en todos los casos alegando cuestión de conciencia aunque sea innecesaria la salvedad ya que ninguna consecuencia punitiva o limitativa existe para quienes materializan tal abandono.
Mantengo la opinión que quien abandona su bancada, cualquiera sea la razón, incluso no se necesitaría saberla, tendría que sufrir alguna limitación o sanción, que si no es tan drástica como la de perder la curul obtenida, incluso existiendo el voto preferencial, podría consistir en que durante lo que resta del período congresal sea prácticamente un “radical libre”, sin posibilidad de integrarse a otra bancada ni formar una nueva, menos aún postular a algún cargo directivo en las comisiones o del propio Congreso de la República, como es su Mesa Directiva.
Además, sugiero que debería quedar incurso en una regla que considero elemental y que consiste en que, habiéndose recuperado la reelección inmediata congresal no sea posible al congresista en ejercicio postular para un siguiente período con distinta agrupación política. Con ello, se evita el oportunismo, sobre todo de quienes llegaron junto a un gobierno y luego se acomodan con otra fuerza política, muchas veces sin siquiera mantener coherencia ideológica o programática. Impedir, la lógica de buscar el sol que más calienta, para que la Política y los políticos aseguren credibilidad y predictibilidad.
Nada de lo dicho hasta aquí, sin embargo, significa aceptar que desde la organización política que auspició a un congresista de la República se le impongan cargas o directivas que resulten irrazonables o ajenas a la consistencia ideológica o programática que como candidato conoció y aceptó al postular o que vulneren su condición de no estar sujeto funcionalmente a mandato imperativo. Menos significa aceptar que el partido o alianza imponga a su grupo parlamentario un reglamento interno que los congresistas no hubieren aprobado autónomamente.

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