Reinas del Norte
Trujillo ya era para mí Trujillo mucho antes que lo disfrutara después del 80 cuando llegué habiendo hecho en Lima la foto de Bea Doig Mannucci Reina de Reinas del XX Concurso Nacional de Marinera al que durante varios años regresé para hacer fotos y publicar crónicas en Oiga, Gente, La Razón, Caretas. Tuvieron par con las que registraron las fiestas y Corso de Primavera organizado por el Club de Leones; días que recibí la gentil hospitalidad de Humberto y Nelly Barriga en su casa de Las Delicias, que como único ocupante me permitieron gozarla fuera de temporada.
Ese primer Trujillo que conocí tiene raíz en los dos años que vivimos en Chocope, cuando mi padre, oficial de Caballería, estuvo destacado en el RC 5 Lanceros de Torata. Tiempo igual al que estuvimos entre Iquitos y Borja, ribera del Marañón en la boca del Pongo de Manseriche, siempre con mi padre en servicio. En esos dos años chocopanos fuimos público en la plaza de Armas de Trujillo viendo el Corso de Primavera que abrían las damas leonas vistiendo trajes típicos llevando las banderas de los países Leones.
Al volver con la cámara, las páginas, con las ganas de ver y escribir, de caminar solo, de hacer amigos que hoy siguen siéndolo, también fueron días de bandera. Me quedan fotos espaciadas sin mucho orden en esos álbumes, mejor guardadas están en diarios y revistas, como hoy en EXPRESO están la de Susana Ferrer Arbaiza, con la corona y banda de Reina del XXXI Concurso Nacional de Marinera, 1991, regalándome una sonrisa que es todo un canto de alegría que hace par con el brillo de su mirada; y la de Lucía Castro Mendívil, tomada hace unas semanas en una entretenida comida en casa de Edda Marini, trujillana de gran espíritu y calidad. Lucía, es una estupenda amiga, hace fotografía, estudia pintura, fue representante del Perú al Reinado Mundial de la Caña de Azúcar, en Cali, Colombia, 1962. Su partida estuvo precedida por una carátula en el Dominical de El Comercio con una excelente fotografía de Pepe Casals en un ambiente del Museo de Osma en Barranco. Foto que recuerdo por la atmósfera, el porte real de Lucía y la elegancia del traje realizado por Mocha Graña, su tía, que estuvo apoyando la toma. A Lucia se le ha traspapelado. Sería tamaño buen gesto si El Comercio me diera la posibilidad de publicar la carátula en Crónicas como recuerdo de Pepe, la juventud y belleza, permanente, de Lucía que con su simpatía y encanto conquistó Cali dando pie a la anécdota registrada la noche de la proclamación de la Reina del encuentro. El jurado anunció a la representante de Chile como la Reina. Dando prueba de lo mucho que Lucía había calado, la masiva reacción del público que colmaba el estadio no tomó un minuto. En una sola voz corearon Perú Perú Perú mientras los cojines volaban. Fue tal la fuerza y el volumen tronante de la protesta que obligó al Jurado a poner reversa y escuchando la más grande ovación que pudieron imaginar colocarle a Lucía la corona real confirmando la belleza de la mujer peruana que tiene en ella una magnífica representante. Con un poquito de añoranza, mucha calidez y simpatía me deja participar de tan buen recuerdo que va narrando sin alarde ni triquiñuelas. Hace una pausa, tiene una linda sonrisa, un tono especial y con esa elegante y fina gracia que es muy suya me dice “Fui reina porque el pueblo lo pidió”.
coresycalana@ hotmail.com
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