¿Quieres vivir sin miedo a la autoridad? Pues pórtate bien y la autoridad te aprobará

El miedo es un sentimiento que paraliza a las personas a ejecutar determinados actos, que, en conciencia saben que están desobedeciendo a la autoridad; y la actitud de sujeción a la ley, que se aplica a través de la autoridad, no les importa, ni la tienen en cuenta, creen que le puede sacar la vuelta a la ley, como dice el pensamiento popular, “hecha ley, hecha la trampa”, quizás en un principio puede suceder ese comportamiento, pero tarde o temprano la justicia llega, tenemos el caso palpable de nuestro exmandatario, que no hizo absolutamente nada para sacar adelante al pueblo, como controlar la pandemia, más bien se inoculó la vacuna, a su familia y a las personas más allegadas, con el agravante que son vacunas ineficaces; sin embargo, muchos voluntarios se encuentran en esas condiciones y con efectos colaterales, que el Estado no quiere responsabilizarse.
¿Esta persona le tuvo miedo a la autoridad? No. ¿Por qué? No tiene sentimientos de culpa, es una persona fría, indiferente, le interesa sus propios intereses, utilizando a las autoridades y personas para su propio beneficio con la complacencia de diferentes autoridades y personas; caso contrario, no hubiese hecho todo lo que ha hecho.
Los seres humanos no pueden vivir con miedo hacia la autoridad, salvo que tenga rabo de paja, pues, cuando la persona se porta bien, la autoridad te protege; y para que las personas se porten bien, deben respetar los derechos, deberes y obligaciones de uno mismo y de los demás para construir una sociedad dentro de un marco de justicia, paz y derecho.
Existe una serie de presupuestos para que las personas se porten bien y no tengan miedo, respeten a sus parejas, a sus hijos, para que ellos los respeten, paciencia con sus padres, respetar la vida, no interrumpirla, salvo casos regulados por la ley, respetar la identidad de las personas, nadie debe ser discriminado por ningún motivo, respetar las opiniones de los miembros de una sociedad, solicitar información a cualquier entidad pública y privada, salvo que afecte la intimidad personal, al honor y a la buena reputación de las personas, libertad de creación técnica, artística y científica, nadie puede ingresar a domicilio ajeno, salvo que exista orden del juez, debe existir secreto e inviolabilidad de las comunicaciones privadas, elegir su lugar de residencia, a la libertad de reunión, contratar con fines lícitos, trabajar libremente, respetar la propiedad y la herencia, respetar la nacionalidad de las personas, cumpliendo estás exigencias, las personas adquirirán paz, tranquilidad, gozando dentro de una sociedad equilibrada en el desarrollo de la vida, para que la autoridad las proteja y vivan sin miedo.

Para más información, adquiere nuestra versión impresa o suscríbete a nuestra versión digital AQUÍ.

Puedes encontrar más contenido como este siguiéndonos en nuestras redes sociales de Facebook, Twitter e Instagram.