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¿Quieren Asamblea Constituyente? ¡Consigan 66 congresistas!
En esta pequeña columna intentaré responder con racionalidad los supuestos principales pedidos de los vándalos que se vienen movilizando (¿quién patrocina a esta turba de desadaptados?) en contra del Gobierno de la presidenta constitucional Dina Boluarte.
Detrás de las piedras, explosivos y palos de los neoterroristas, hay presuntamente, en primer lugar, la solicitud de que Boluarte renuncie, pero, si ella dimite, quien tendría que asumir la Presidencia de la República es el titular del Parlamento, José Williams. Los rojos belicosos jamás van a dejar que el jefe de la exitosa operación Chavín de Huántar reemplace a la vicepresidenta del golpista Pedro Castillo. Además, Williams, según los constitucionalistas más respetados del país, tendría que llamar SOLO a elecciones presidenciales, lo que abriría una nueva caja de Pandora. ¿Comicios presidenciales o generales? De todas formas, el siguiente mandatario asumiría el puesto en 2024.
También los facinerosos reclaman, en segundo lugar, que se cierre el Congreso. ¿Quién va a disolver el Parlamento? ¿Boluarte? ¿Acaso Castillo no está preso preventivamente por quebrar el orden constitucional? Este pedido es golpismo puro y duro, y no puede ser aceptado de ninguna manera.
En tercer lugar, los salvajes demandan la instalación de una Asamblea Constituyente, aunque ni siquiera saben lo que es. Si aspiran a la creación de una institución que tenga el encargo de elaborar nueva Constitución, pues la vía legal para conseguirlo es lograr -al menos- 66 votos congresales. Estos apoyos son los que se requieren para aprobar una reforma constitucional, la cual deberá ser ratificada vía referéndum. El resto es pura excusa para seguir con las protestas.
Como vemos, ninguno de estos tres requerimientos de los vándalos es atendible, por lo que el diálogo no es la solución ante la violencia que no cesará a pesar de que el Legislativo adelante las elecciones para mañana. El puñado de forajidos que masacran y asesinan policías (¡los miserables quemaron vivo al VERDADERO héroe nacional José Luis Soncco! Y casi hacen lo mismo con un oficial en Arequipa), toman aeropuertos, incendian sedes del aparato judicial, bloquean carreteras y hasta apedrean ambulancias debe ser aplastado por las fuerzas del orden.
Esto último no se puede alcanzar si las Fuerzas Armadas no salen a las calles a apoyar a la Policía Nacional, cuya moral debe estar por los suelos ante la imposibilidad de usar sus armas reglamentarias para defenderse de la turba criminal que ataca sin piedad. Caso contrario, veremos a más peruanos armados protegiendo lo suyo como bien hizo el gobernador regional de Madre de Dios, Luis Otsuka. No quedará de otra.