¿A quién patrocinará MVLL en las elecciones 2021?

El politicocorrectismo viene marcándole la pauta al Perú desde que lograra “convencer” a la mayoría de peruanos que eligieran como presidente a un tipejo apellidado Toledo. Desde entonces, cada elección –supuestamente democrática– ha sido maniobrada de manera grosera por los voceros de este segmento intelectualoide, quienes se ufanan de diseñar los modelos de lo ético y lo correcto, mientras conceden que los suyos hagan lo contrario con tal de que respeten el ucase digitado por el politicocorrectismo. Para ser más específicos, el ucase antifujimorista –ahora último también antiaprista– que decreta la cúpula pensante de esa seudo ideología de lo políticamente correcto.

Salvo contadas excepciones, veinte años más tarde muchos peruanos –sobre todo entre la juventud, donde los egresados fundamentalmente de la Universidad Católica (un oxímoron porque ésta de católica sólo tiene el nombre robado a la Iglesia para captar mendazmente alumnado)– son portavoces en buena parte de esta forma de actuar tan falsaria y taimada que les han enseñado profesores adoctrinados por los popes de la progresía marxista. En consecuencia en alguna medida, por desgracia, ya somos un producto de esta elite jactanciosa, cuyo fundamento doctrinario responde al socialismo derivado del comunismo reciclado tras el desplome del Muro de Berlín. Con mayor propiedad, hablamos de una progresía marxista amante de la buena vida –siempre con plata ajena– y de predicarle a los otros todo lo que ella ni practica ni jamás practicará. A esta secta hipócrita, tramposa y calumniadora se le conoce como la izquierda caviar. Y es el virus de su fariseísmo lo que está moldeando políticamente al Perú contemporáneo, como resultado de que sus principales exponentes –con Mario Vargas Llosa MVLL a la cabeza– se dieron el lujo de manipular temerariamente a los peruanos en las últimas elecciones. Para empezar, MVLL embutió a tres facinerosos como presidentes. Toledo, Humala y Kuczynski. ¡No lo desengañó ninguno! Tres esperpentos que han superado, sin titubeo, la corrupción rampante que generara el fujimontesinismo. Con el agravante de que el primero de ellos le abrió las puertas de las cárceles a los terroristas, y los otros dos no hicieron nada por evitar su resurgimiento sino, por el contrario, lo alentaron. El ejemplo del museo de la memoria es aplastante. Además, dos apadrinados suyos –Humala y PPK-Vizcarra– ralentizaron la economía. Pero en lo que no falló ninguno de los tres fue en meterle la mano al Estado a través de la trama corrupta Lava Jato.

La motivación de MVLL para mangonear a los peruanos en esos comicios no fue otra que ejercer venganza contra un japonesito, apellidado Fujimori, que lo derrotó pese a su millonaria campaña electoral. Jamás perdonó semejante insolencia. A MVLL nada le interesa el Perú. Le importa que nunca gobierne alguien relacionado con Fujimori. Y si tuvo que apadrinar a un chavista como Humala –y proponer de candidata a Nadine Heredia– lo hizo por cumplir su caprichito. Igual ocurrió cuando patrocinó a Kuczynski. Ahí están las consecuencias. Tres bribones de alta gama impuestos por MVLL. ¿Qué nos tendrá preparado para el 2021?