¿Quién mató a José Miguel Castro?
Expreso señaló ayer las deficiencias en la investigación del asesinato de José Miguel Castro (de sobrenombre ‘Boudian’, estrecho colaborador de la exalcaldesa Susana Villarán). Muchos ciudadanos vemos espantados cómo la politización en el Ministerio Público llegó hasta el área de Medicina Legal y Ciencias Forenses. La Fiscalía, un capítulo aparte, se ha convertido en una institución manejada por una camarilla corrupta, con excepciones, afortunadamente.
Gracias a las fotos del cadáver de José Miguel Castro publicadas por Willax, pudimos estar seguros de que la muerte del testigo clave en el caso Susana Villarán no fue un suicidio como se quiso presentar interesadamente cuando conocimos la trágica noticia. Recientemente, Gino Román, investigador, informó sobre el caso y atestiguó ante la Fiscalía a cargo de Richard Rojas Gómez, quien trabajó estrechamente con el fiscal Rafael Vela, del equipo Lava Jato.
Increíble, pero aún no tenemos luces sobre el claro y cruel homicidio de ‘Boudian’. Forenses independientes se han pronunciado por el asesinato. La profundidad del corte de 14 cm de extremo a extremo al cuello es brutal, hecho con un bisturí y por un profesional, según estos. Un suicida no tiene fuerza para hacerlo. Además, la cerradura del baño donde encontraron a Castro fue forzada. Pero el silencio del fiscal Rojas Gómez respecto al caso y sus pocos avances es sepulcral. Todo indica, y es lo que se rumorea en Fiscalía, que pretende archivarlo. Lo cierto es que ya pasaron cerca de 60 días y no hay ni indicios, ni hipótesis, nada.
El testigo citado, Gino Román, ha expresado su sorpresa por la parquedad y el desinterés de la Fiscalía —solo estaba la adjunta de Rojas— cuando lo interrogaron. El fiscal Richard Rojas tiene serios cuestionamientos por corrupción; pese a ello, la titular del Ministerio Público lo colocó a cargo del caso.
El único que sabía cómo se distribuyeron los 11 millones de dólares para la campaña contra la revocatoria de Villarán era José Miguel Castro y no logró obtener el estatus de colaborador eficaz. Murió antes. El fiscal del caso Susana Villarán es el inestable e ineficiente fiscal José Pérez, del cuestionado equipo Lava Jato. Sin duda, conoce bien a su colega Richard Rojas. Según Pérez, no valdrían las declaraciones de Castro, pues no llegó a ser colaborador eficaz. Si el fiscal Rojas Gómez archiva el caso, no habrá manera de indagar sobre este crimen.
Todo es turbio. Antes de morir, Boudian sindicó a varias personas implicadas directa y colateralmente en la entrega de los 11 millones. Citamos algunas: Barata (Odebrecht, Rutas de Lima, los peajes imputados hoy por la Municipalidad de Lima), Pinheiro (OAS, Línea Amarilla). También implicó a Sepúlveda y Kuczynski (Westfield). Además, se refirió a Anel Townsend, Marisa Glave, Jorge Nieto, Giovanna Peñaflor y otros.
¿Los 11 millones de dólares para la revocatoria fueron gastados íntegramente? ¿Quién recibió el dinero? Castro fue funcionario de Intercorp. ¿Quién tenía acceso al billete? ¿Alguna persona de confianza de Villarán? Evidentemente, ella sabe todo. Pero su juicio puede quedar en nada por falta de pruebas. Inaceptable.
Recordemos que, vinculado a Odebrecht, hay varios asesinatos. Dos nunca esclarecidos durante la presidencia de Humala: su sobrino Emerson Fasabi y Ezequiel Nolasco, regidor, denunciante de la carretera Chacas-Odebrecht. El asesinato de Castro no puede quedar impune.
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