¿Quién es Elon Musk?

En los últimos tiempos, los medios nos han recordado la extraordinaria figura de Elon Musk, quizás el hombre más rico del planeta, con una carrera excepcional en el campo de las ciencias físicas, tecnológicas, industria automotriz y navegación del espacio exterior. Nos referimos a una persona nacida en Sudáfrica, de padre sudafricano y madre canadiense, emigrado a Canadá y luego ciudadano de los Estados Unidos, país en el cual ha desarrollado la mayor parte de sus actividades científicas y económicas que lo llevan a un sitial que muy pocos individuos hayan alcanzado anteriormente.
A esa carrera inigualada de éxitos, debemos añadir que ha sido un importante contribuyente a la campaña del expresidente reelecto Donald J. Trump, en funciones a partir del próximo 20 de enero, quien lo ha designado futuro Secretario del aún inexistente Departamento de Eficiencia Gubernamental junto con el magnate de padres indios Vivek Ramaswamy, también importante contribuyente a la campaña de Trump. Estamos frente a una dupla muy difícil de igualar por sus logros anteriores y proyecciones venideras.
Sin embargo, esta extraordinaria situación ha tenido una difícil proyección exterior respecto de Elon Musk, por su incursión en la política alemana y británica. Elon Musk acaba de entrevistar públicamente a la nueva lideresa del partido Alternativa para Alemania (AfD por su sigla en ese idioma), Alice Weidel, que quizás obtenga en las próximas elecciones la mayor votación individual en la cámara baja alemana (Bundestag), si bien no es seguro que pueda lograr la designación de canciller. Es un tema de política interna alemana que los extranjeros observan, pero no intervienen. Elon Musk ha prescindido de esa regla al considerar a la nueva lideresa como la mayor esperanza de su patria. Al margen de cuál sea el resultado de las futuras elecciones alemanas, se trata claramente de una intromisión que debe molestar a las otras fuerzas políticas. Elon Musk, por su parte, lo considera algo normal en su irresistible ascenso al poder en los Estados Unidos. Las consecuencias de esa acción las veremos a partir del 20 de enero próximo.
En Inglaterra, Elon Musk ha llevado a cabo una acción distinta y más bien de investigación judicial. Ha desenterrado un tema algo olvidado relativo a las reales o presuntas violaciones de jóvenes inglesas de limitados recursos económicos, realizadas por inmigrantes pakistaníes cuyos procesos no fueron conducidos vigorosamente por Keir Starmer, actual primer ministro del Partido Laborista, cuando desempeñaba el cargo político de investigador de tales delitos. Es una acusación seria que el primer ministro laborista ha rechazado como una mentira de Elon Musk. Al margen de la investigación que deba llevarse a cabo para esclarecer la veracidad de la denuncia, cabe formularse una obvia pregunta: ¿es posible que Estados Unidos y Gran Bretaña tengan una relación fluida cuando un miembro clave de la administración de Trump acusa al primer ministro británico de haber encubierto delitos de esa naturaleza? La respuesta también la tendremos a partir del 20 de enero próximo.

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