Que se conozca la verdad integralmente, sin recortes
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”, cita bíblica del evangelio de Juan 8:32, que traigo a colación a la espera como estamos los ciudadanos, de conocer el contenido de las comunicaciones del celular de Jaime Villanueva, exasesor de la Fiscalía de la Nación, actualmente, a su pedido, acogido a la colaboración eficaz. Cierto es que la etapa de investigación tiene carácter de reservada, pero siendo precisamente que uno de los involucrados en la presunta comisión de delitos ha reconocido su participación en éstos y la autenticidad, al menos de los chats y audios que ya son de dominio público, esto allana el camino al conocimiento de la verdad, facilita las investigaciones y acorta tiempos, siendo obligación de los operadores de justicia, el analizar las pruebas que se aporten con objetividad sin ningún tipo de presiones, especialmente de carácter político o, de un mal llamado “espíritu de cuerpo’, toda vez que según los trascendidos en la prensa, habrían magistrados con alguna participación en los hechos investigados. Esa objetividad pasa porque sean recogidos y dados a conocer al país oportunamente, tal cual, de forma integral, aquellos diálogos o apuntes con relevencia penal, no sólo citar parte pertinente de los mismos, ya que se correría riesgo a la descontextualización de su contenido, salvo que estén referidos a la intimidad de las personas, en cuyo caso la reserva es de observancia obligatoria, salvo disposición judicial en contrario. De forma tal que, si se construye un caso penal, que sea con pruebas objetivas, están de por medio la institucionalidad y el honor de las personas.
Dicho esto, es menester devolverle al país, la confianza en sus autoridades y en ese norte toca separar el trigo de la cizaña, porque esta última ahoga la transparencia y la buena fe de la población en la honestidad de los servidores públicos y el correcto funcionamiento del Estado y en ese propósito, solo la verdad y nada más que la verdad nos permitirá darnos cuenta, delante de quién estamos y/o hemos estado, quién o quiénes desde su posición de poder por la jerarquía de su(s) cargo(s) buscaron el interés general y no el particular beneficiándose a sí mismos y a su entorno; quién o quiénes absolvieron al culpable y condenaron al inocente, citando las Escrituras en Proverbios 17:15, actos que DIOS aborrece y también la ciudadanía.
Desde aquí exhorto a los poderes públicos a no poner obstáculo a que se investigue y se llegue al conocimiento de las cosas, porque si hubieran excesos o persecuciones sin fundamento, existe la garantía de la doble instancia, donde el superior jerárquico, un colegiado (más de un magistrado), corregirá lo que haya que corregirse y restituirá al injustamente procesado. Pero hay que investigar, por la salud del Perú. ¡Sólo la verdad nos hará libres!
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