¿Qué quieren enseñarles?
Para la izquierda la ideología de género no existe y es invención de la derecha, pero esa misma zurda caricaturiza al movimiento #ConMisHijosNoTeMetas, tildándolo de “campaña callejera contra la educación sexual” y calificando a sus seguidores pro-vida de ser anti-derechos. Con eso pretenden arrebatarles a los padres el derecho de saber qué pretenden inocular en la cabeza y espíritu de sus hijos. También quieren silenciar a los contribuyentes que exigen una educación capaz de sacar a millones de la miseria.
La ideología de género sí existe, tanto que la polémica académica Camille Paglia –la primera profesora en declararse lesbiana en la Universidad de Yale– ha roto sus dogmas. Desde su feminismo y ateísmo desbarata el discurso oficial del lobby LGTBI internacional y sostiene que “Los códigos morales son la civilización. Sin ellos estaríamos abrumados por la barbarie caótica del sexo, de la tiranía de la naturaleza”.
El presidente accidental Martín Vizcarra cree urgente incluir temas de sexualidad (que como se vio recientemente bordean la pornografía) para evitar “tanta violencia contra la mujer". ¡Mentira! A contramano, el acertado congresista Pedro Olaechea refiere: “nos están mareando con una serie de tesis que nunca han sido probadas en ningún lado del planeta”. Y Víctor Andrés Ponce, analista y director del portal “El Montonero”, sostiene que “los sectores marxistas […] en el caso de la escuela pública, se han lanzado a imponer la ideología de género, argumentando una supuesta defensa del derecho de las minorías. Sin embargo, el verdadero objetivo es crear una escuela pública con “ideologías oficiales”, […] que busca controlar la sociedad desde el Estado sin ganar elecciones”.
Si Vizcarra apuesta por el empoderamiento y progreso de las mujeres y de las poblaciones más vulnerables (sean mujeres u hombres) que promueva una educación de calidad, facilite infraestructura y materiales educativos adecuados, vele por maestros capacitados y estrategias para despertar la curiosidad científica, y forjar la templanza, el control de la ira, el amor al prójimo y la solidaridad de los estudiantes, en un ambiente de orden, disciplina, laboriosidad y saber.
El excluyente “correctismo político” parece parido por el Feminismo Radical Trans Excluyente (TERF, por sus siglas en inglés). Su principal “teórica” es Janice Raymond, autora de “El Imperio Transexual: la construcción del maricón con tetas” (1979). El TERF es tan intolerante como quienes llaman oscurantista al movimiento #ConMisHijosNoTeMetas y a esos que apodan Derecha Bruta y Achorada (DBA) a las voces republicanas que bregan por recuperar a la Patria.
