¡Qué papelón!
¡Papelón!, el del ministro de Economía y Finanzas Alex Contreras, quien habría filtrado al diario “La República”, según dan cuenta varios medios, su renuncia al cargo, pretextando falta de transparencia y de haber vivido un Consejo de Ministros difícil, se entiende, la víspera a su supuesta dimisión. “3 dóritos después” o para ser exactos, 8 horas después que las redacciones y redes sociales dieran a conocer las “buenas nuevas” de la aparente renuncia de Contreras, donde guardara silencio y con ello dejó correr en ese lapso toda clase de especulaciones, sobre todo por aquello de “falta de transparencia”, yendo in crescendo la expectativa de quien podría ser su sucesor, porque a la verdad, la valla es baja; por fin el titular del sector salió a dar la cara en las afueras de Palacio de Gobierno, para decir suelto de huesos, que no había renunciado y que se sentía muy cómodo (en el Ejecutivo). ¡Andaaá! Con ese sueldo, quién no.
A riesgo de ser irreverente, de haber estado esta columnista como reportera al momento de esas declaraciones del aún ministro del MEF., le hubiera citado el refrán “Quién se va sin ser echado, vuelve sin ser llamado”, ¡claro que sí!, porque quien habría armado todo el quilombo de la renuncia, fue el propio ministro, si nos atenemos a la versión de un diario de circulación nacional. El hombre olvidándose de la “prestancia” del cargo, máxime de un sector tan sensible como el de Economía y Finanzas, el del billete, el que administra las finanzas del Perú, medular en el aparato estatal, se habría puesto saltón por las entrevistas que sostenía la jefa del Estado Dina Boluarte con otros exministros de Economía de trayectoria reconocida, sin que el titular esté presente, pero ¿Quién quita que ella no pueda hacerlo? Tardaría horas Contreras en entenderlo. Pero en un gesto impulsivo (de confirmarse, impropio de un ministro), soltaría el trascendido a la prensa de su “adiós”.
Y aquí, permítanme la liberalidad de echar andar la imaginación, el cálculo le fallaría a Contreras, porque al pasar de las horas, las reacciones de varios sectores de la ciudadanía, agrupados o de forma individual, incluyendo a políticos, era de celebración ante el inminente cambio del hombre del ¿Qué cocinaré hoy?, trayendo a colación sus consejos cuando el precio de limón se elevó exponencialmente en el pasado y el de la negación sostenida en el 2023 de no encontrarnos en recesión, entre otras perlas; en tanto ni la mandataria Boluarte ni el premier Otárola se pronunciaban ni desmentían los rumores de esa salida, ni en un mísero tuit de respaldo, como se estila hacer ante otros eventos.
Así las cosas, al Ing. Contreras no le habría quedado otra que acudir a entrevistarse con la propia Presidenta al caer la tarde, donde no es difícil de imaginar se habría llevado a cabo una conversa, opino, no muy agradable, porque lo menos que necesita un Gobierno que quiere construir “Confianza”, es que desde la interna se lancen trascendidos y se hable de “falta de transparencia”.
La cafeteada habrá sido amarga. Opina además esta ciudadana, que el cambio ya estaría decidido en el MEF y que el día del anuncio se lo ha reservado la jefa de Estado, es su prerrogativa; de paso también le permitiría al reemplazante poner sus asuntos en orden, por aquello de no incurrir en conflicto de intereses a fin de poder fajarse el fajín. Creo que el cambio va, es cuestión de días.
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