¿Qué es la ilustración?
¡Sapere aude!, fue la locución latina, que significa “atrévete a saber”, que hizo de emblema de la ilustración. Immanuel Kant, en 1784, publica “¿Qué es la ilustración?”; y Michel Foucault, en 1984, también publica “¿Qué es la ilustración?”. Uno de los antecedentes de la ilustración fue la forma del libro. Precisamente, este diálogo sobre la ilustración, y entre dos siglos, se produce entre dos libros. La ilustración tuvo entre sus exponentes más importantes a los franceses Francois-Marie Arouet Voltaire, y Charles de Montesquieu, al inglés John Locke, y, por supuesto, al alemán Immanuel Kant. Precisamente, el filósofo de Königsberg expresa que la ilustración “es la salida de los hombres de su minoría de edad; haber permanecido en la minoría de edad hasta ahora es la culpa de los hombres. Estado de minoría es la incapacidad de conducir el propio entendimiento sin la guía de otro a quien se obedece. El hombre mismo es responsable de esta situación de minoría, cuando la causa no consiste en una deficiencia delo entendimiento, sino en la falta de decisión y del ánimo para conducirse sin el ánimo de tener que obedecer las directivas del otro. ¡Sapere aude! Ten el coraje de seguir las indicaciones de tu propio entendimiento”. Los antecedentes de la ilustración europea son el renacimiento, la reforma protestante, la invención dela imprenta, el racionalismo y el empirismo filosóficos. Bien vista, la ilustración es salida, y un acto de madurez, como individuo y como especie. La minoría de edad es la edad media, es la sujeción a la superstición, al dogmatismo. También es permitir que otros piensen y decidan por uno. A diferencia de la ilustración que es el coraje de tener nuestro propio entendimiento; y, de la adultez, que es alcanzar la libertad y la autonomía de pensar (en Kant, a través de la “Crítica de la razón pura”), y la acción ética o actuar por uno mismo (a través de la “Crítica de la razón práctica”), y la crítica de juicio estético (a través de la “Crítica del juicio”).
A diferencia de Kant, que vive la ilustración en tiempo real, Michel Foucault reactualiza la pregunta “¿Qué es la ilustración?”. El maestro francés, en su intento de responder a la cuestión de la ilustración, aborda las prácticas de la subjetivación (como en “Vigilar y castigar”), la genealogía y la arqueología del saber (como en “Historia de la sexualidad”), y, finalmente, del cuidado de sí mismo y de los demás. Es al final de su experiencia académica, y vital, que él se preocupa por la cuestión de la ilustración. Para Foucault, la ilustración es un ethos del comportamiento y de la vida, de la libertad y de la autonomía como el cuidado de uno mismo. Ocurre que, el maestro del mayo francés, en su última etapa, asume que la pregunta por la práctica ética, moral y pública, es decir, por la ética de la vida, es tan legítima como las preguntas filosóficas por el ser, por lo bello, o por la episteme. Foucault propone la idea de la vida, y dentro de ella, la idea del individuo, como obras de arte. En palabras de Kant, en 1784, y de Foucault, en 1984, la pregunta por la ilustración sigue vigente porque la respuesta a la cuestión es atreverse a pensar por uno mismo, y comprometerse públicamente con la defensa de ideales éticos. “¿Qué es la ilustración?” es una interrogante legítima para el siglo XVIII, para el siglo XX, y, por supuesto, para el siglo XXI.
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