¿Qué es la entronización del Papa?

El domingo 18 de mayo será el acto de la entronización del papa León XIV, es decir, el acto público del reconocimiento de su doble condición de Papa o jefe de la Iglesia Católica y de jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano, marcando el punto de partida de su pontificado. Este acto no es una coronación como suele pasar con los reyes, emperadores, etc. Nada de eso. La entronización es una práctica muy medieval e históricamente estaba más asociada al poder político que alcanzaron la Iglesia y el papa durante la denominada Alta Edad Media, que siguió a la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 d.C. Aunque tiene una marcada naturaleza litúrgica –León XIV será entronizado en el marco de una solemne celebración eucarística concelebrada por el papa junto a todos los miembros del Colegio Cardenalicio–, y esa es la diferencia con la entronización de los monarcas, en realidad el papa no es entronizado para ser reconocido como Papa, Vicario del Cristo u Obispo de Roma, sino como Sumo Pontífice o máxima autoridad del Estado Ciudad del Vaticano que es un sujeto del derecho internacional como el Perú. El poder del papa no es uno de naturaleza política o terrenal, si no se trata de un poder que deviene de la voluntad divina, que es distinto. El papa para ser representantes de Cristo en el mundo no necesita de la entronización. Bastó el cónclave para así ser reconocido dado que ese encierro que produjo un resultado por votaciones, devino de la voluntad de Dios que, en la persona del Espíritu Santo, actuó en cada uno de los purpurados para elegir como Santo Padre a aquel que la voluntad del Todopoderoso ha querido. La entronización del papa, que tiene un innegable sello en la naturaleza de su actuación en el mundo en representación de Dios -se hará visible su poder con el palio y el anillo del Pescador, símbolos por antonomasia de su condición de pastor universal-, con el correr de los tiempos, tiene en la práctica otro sello, es decir, uno de carácter político-diplomático relativo a sus interacciones como pontífice con la comunidad internacional y por eso habrá jefes de Estado, primeros ministros, embajadores, etc., eso sí, sin perder un instante su carácter confesional. El poder del papa es el poder que recibe de Dios y que no es el poder de este mundo, si no del poder que conduce hacia el reino de Dios. Así está en el Evangelio, en el Magisterio y en la Doctrina Social de la Iglesia.

(*) Excanciller del Perú e Internacionalista

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