Que Boluarte no se equivoque

Desconcertó a un buen sector de la población que la presidenta Dina Boluarte le jalara la alfombra al ex jefe de la DINI, coronel (r) Juan Carlos Liendo, a los pocos días de haber sido nombrado. Fue cesado en declaraciones a una radio, abruptamente, y con malos modales. Esto nos retrotrae a épocas aciagas, mas aún tratándose de un puesto tan importante. Asimismo, el planteamiento de Boluarte sobre la Asamblea Constituyente dejó un gran sinsabor. Afortunadamente, el premier lo aclaró.

Boluarte está muy afectada por los 28 muertos que dejaron las vandálicas protestas de diciembre pasado, luego del cese de Pedro Castillo. Reiteramos, nadie quiere muertos ni violencia en el Perú, salvo Sendero Luminoso. Ya utilizó esto en el pasado. La presidenta alertó sobre la participación de subversivos en las protestas, subrayando que todos los manifestantes no son terroristas. Cayó en un manierismo del lenguaje inútil. No puede dejarse arrinconar por sus excompañeros radicales.

Sendero usa a los frentes de defensa para realizar desmanes. No da la cara. Los dirigentes que fueron identificados por la Policía en diciembre, incluido Íber Maraví han disminuido su exposición. El chantaje a los pobladores del sur andino obligándolos a participar en las marchas o a transportar gente tampoco tuvo éxito. El gobierno debe aprovechar esto.

Según SUTRAM actualmente hay más de 50 tramos carreteros bloqueados. El tren a Machu Picchu no funciona. Los aeropuertos toman precauciones. En Ica no hay pase a Lima. La frontera con Bolivia, en Ilave, está cerrada. El turismo sufre. Nadie quiere visitar el Perú para pasar un mal rato, peligroso, además. Los ciudadanos de provincias son los más afectados económica y socialmente.

La presidenta Boluarte no puede entumecerse por los muertos que le enrostran equivocadamente. Es errado también ofrecer reparaciones a los familiares de los fallecidos en diciembre. Aún no finalizan las investigaciones. En la mayoría de tramos, quienes bloquean las carreteras no son más de 100 personas. Los radicales apostados en Ilave no suman 50 almas. Son belicosos, claro, y solo repiten que Boluarte se vaya, que cierren el Congreso y que haya Asamblea Constituyente.

No es imposible que ahí intervengan las fuerzas del orden en compañía de fiscales en un operativo bien organizado, y detengan a algunos. Probablemente, el terrorismo está esperando la actuación del gobierno para buscar un muerto. Pero el Perú no puede vivir extorsionado por la subversión. Esta aprovecha la parálisis del Estado para expandirse, creando cotos.

Sendero Luminoso es un enemigo que fue derrotado militarmente. Gracias al gobierno de Pedro Castillo, renació. La sociedad hizo caso omiso cuando se advirtió sobre su avance. Actualmente, las provincias, principalmente las de sur, viven en zozobra, la gente de bien ha salido a manifestar su deseo de paz, pero la pasa mal. No les garantizan que volverá el orden.

Todo lo que ganó el Perú en el exterior como un país digno de visitar, como un destino fantástico, poseedor de una rica historia y gran diversidad, se fue al tacho gracias a Castillo, Sendero y los extremistas. La minería también pasa por una encrucijada y está al vaivén de la subversión. Si Boluarte tiene firmes convicciones democráticas, debe actuar ya. Estamos en una nueva etapa de lucha contra el terror. O se extirpa o será nuestro cáncer. No lo necesitamos.

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