Proyecto con raíz
Desde 2002, cuando Kenny Villar Azurin egresó en la Escuela Nacional Autónoma de Bellas Artes del Perú, su acción ha sido continua, con devoción y entusiasmo convencido de la importancia, validez y el interés de la ruta emprendida que como antiguo caballero ha recorrido llevando su estandarte por ciudades y poblados en que recibió, de autoridades y ciudadanos de a pie, atención y afecto, también indiferencia. Muchos fueron quienes disfrutaron con sus dibujos, videos y performances, en que encontraban una raíz con la que podían establecer ese íntimo vínculo de origen y pertenencia.
Apurimeño nacido en Abancay con ancestro unido a la tierra, Kenny encontró en el pasado histórico y su presencia viva la energía que anima esta voluntad y dedicación suya que lo ha llevado por el Perú y buena parte de Sudamérica mostrando su cuidado trazo para el paisaje urbano y con mayor acento y resonancia al Viringo, perro en que se puede entender viva esa historia de 3,000 años que nos acompaña en el día a día. Muchas veces con conciencia de significado y muchas otras con desconocimiento o total desinterés.
Sus dibujos monocromáticos, lápiz sobre cartulina, de este perro patrimonial que fue mascota y compañía de las elites en las culturas moche, chimú, wari y chancay, despiertan en el espectador, por el verismo de su ejecución, el interés y acercamiento a todo ese mundo de historia, cultura y permanencia. Kenny dice: “mis Viringos son una expresión estética, exaltación visual de su gestualidad comunicativa, de su configuración anatómica, textura epitelial, expresión muscular y su lenguaje psicológico y corporal”. Razones que luego le permiten ampliar sobre este buen compañero, que lo fue del Sha de Persia gracias al regalo que le hiciera Carlos Dogny Larco.
Quienes se detienen ante la obra de nuestro amigo apurimeño descubren con su narración que el viringo, expandido durante el Tawantinsuyo, además de mascota fue personaje con protagonismo en narraciones orales, tema en la textilería y cerámica; usado en prácticas medicinales, ritos de transición como compañía de los difuntos, y, no sabemos con qué difusión, incluido en la dieta de los pobladores originarios del Perú.
Con ese aire de noble personaje de cuento Kenny inicia su currículum desde el 2002 al egresar en la Ensabap presentando en los patios de su Alma Máter la intervención y performance Campaña Rosa. Luego, recorrió el Perú haciendo llegar su trabajo y palabra con sus propuestas en que reúne estética tradicional junto al video arte, la performance y la intervención.
Con La venganza del Añas, estuvo el 2006 en la Universidad Andina del Cusco y el 2009 en Centro Cultural de la Universidad San Cristóbal de Huamanga, Ayacucho. Noche de Arte lo tuvo entre los expositores del 2013 y 2014, año que con La venganza del Añas Uscovilca, intervención y performance, estuvo en la Plaza de Armas de Cajamarca y en el Patio Cuadrado de la facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Ricardo Palma.
El 2015 le abre caminos más extensos que lo llevan con el Viringo y sus dibujos urbanos a espacios públicos en ciudades de Chile, Argentina y Uruguay. En el 2016 ofreció en Galería José Antonio, Barranco, Alto Contraste, su muestra de dibujos, que después tiene fecha en el Centro Cultural de la Universidad de Huamanga, la Casa de la Cultura de Cusco, Centro Cultural de la Universidad San Agustín, Arequipa, y la Casa de la Cultura de Puno. La sala Interbank de Cajamarca, la Pinacoteca de la Escuela de Educación Superior de Arte y Cultura Amazonas, en Chachapoyas, fueron escenarios para la intensidad de Atoq pukllaynin, El juego del zorro andino.
Hoy podemos agradecer su visita con los dibujos de sus Viringos, que el doctor veterinario Renzo Venturo también ha hecho suyos y presentado sus investigaciones importantes ponencias en Francia y Canadá.
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