Protestas deslegitimadas por la violencia

Toda persona tiene derecho a reunirse pacíficamente sin armas de acuerdo al artículo 15 de la Convención Americana sobre derechos Humanos y al artículo 2 numeral 12 de la Constitución Política del Perú, Constitución que paradójicamente quiere eliminar un grupo de izquierda radical que vende humo con una nueva Constitución aprovechándose de las necesidades desatendidas por años de las poblaciones más vulnerables. No olvidemos que la izquierda ha sido partícipe de los gobiernos de los últimos 50 años.

Es claro entonces que durante una movilización que dice ser pacífica no se debe tomar un aeropuerto, bloquear una carretera, destruir la propiedad privada o pública, utilizar fuego, tirar piedras, atacar a la policía, usar machetes, hondas, avellanas, armas hechizas, entre otras cosas que se están viendo en estas últimas protestas.

Desde que se dio el golpe de Estado de Castillo el 7 de diciembre de 2022 y asumió Dina Boluarte, las protestas han sido salvajes y nada pacíficas, ha habido muertes que lamentar, no solo de quienes protestaban y de la policía, sino de niños y ancianos que nada tenían que ver con las protestas, algunos murieron dentro de una ambulancia que iba hacia un hospital porque no pudo pasar por un bloqueo de una carretera. No olvidemos tampoco el desabastecimiento que han causado los bloqueos, no solo de alimentos sino de medicinas y dispositivos médicos que también han costado vidas en los hospitales porque no llegaron cuando se necesitaban, esos muertos no se han contabilizado y son directamente ocasionados por las protestas.

También hay que recordar que está penado azuzar a la población como están haciendo algunos políticos no solo de izquierda radical, sino también los que se dicen democráticos de centro, además de opinólogos, actorcitos, catedráticos y demás resentidos desde sus cómodos escritorios en casa, mientras expresan su empatía tuitera de acuerdo a su conveniencia.

Los peruanos somos pacíficos, somos gente trabajadora que se la busca todos los días para llevar que comer a sus familias, no es justo que por un grupo de violentistas dejemos de hacerlo, ni menos que obliguen a marchar a quien no quiere. Hace rato que se deslegitimaron las protestas que se han tornado en la herramienta política de la izquierda radical, todo esto consecuencia de un gobierno que le prometió a la población que dejaría de ser pobre en un país rico, pero nunca le cumplió, y solo hizo rico a sus cómplices. Pero nada justifica la violencia, no te dejes engañar por azuzadores que solo velan por sus intereses y te dan su falsa empatía, no dejes que usen tus verdaderas necesidades como pretexto para sus ambiciones, que no te utilicen. Aléjate de los violentos ahora mismo.

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