Propuestas para terminar con el terrorismo migratorio

El Estado y la presidencia socialista inútiles que tenemos hundirán al país en menos de dos años. En el próximo gobierno, recibiremos un país endeudado, hundido en el peor tráfico del mundo, solo por detrás de la India. Con un país envejecido –la población joven ha disminuido, cada año menos personas tienen hijos–, ¿quién quiere tener un hijo donde no hay seguridad y la gente es más pobre cada segundo? En el próximo gobierno, recibiremos un país más hundido en el tercer mundo, porque no existe crecimiento sin desarrollo. El crecimiento es un número en el PBI, el desarrollo es la calidad de vida y la eliminación de necesidades de un país. El Perú no puede eliminar las necesidades básicas.
En el 2021, nuestra patria cerró el año con un 18,2 % de tasa de victimización, es decir, la cantidad de peruanos mayores de 15 años que fueron víctimas de la delincuencia. Hoy, esa cifra se ha disparado hasta casi un 28 %, incrementándose en 10 % en menos de cuatro años. Tenemos a casi el 30 % de la población hundida en el miedo y la pobreza. No, señores: a la delincuencia que ha invadido y puesto en jaque a nuestro sistema no la vamos a vencer con la mentalidad mediocre de Boluarte y un grupo de técnicos burócratas que no deberían estar en el poder. La mejor defensa es el ataque y, en muchos casos, el ataque contundente y poderoso es el que determina el final.
No podemos ser diplomáticos, lentos ni sensibles con la delincuencia nacional y extranjera; y mucho menos con la migración. ¿Cómo piensa el Estado vigilar que lo decretado se cumpla? No tienen idea de cómo hacerlo. ¿Van a tocar puerta por puerta? Si queremos controlar a los migrantes, ordenarlos, reconocerlos y ubicarlos, intervenir a cada uno es lo que debemos hacer. ¿Quién debería hacerlo? La Policía Nacional del Perú, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, en la primera fase, ya que después de tres meses de iniciada la purga de la migración ilegal, la PNP debe estar lo suficientemente lista para avanzar sola.
Esta intervención debe seguir dos pasos básicos: registro y corroboración. La PNP tendrá la capacidad de solicitar a cualquier venezolano u otro extranjero los documentos que certifiquen que son legales en el país. Esta es la única manera de saber la cantidad correcta de inmigrantes ilegales y delincuentes. Esta medida es indispensable y urgente para proteger a nuestra gente. Al protegernos nosotros, protegemos también a los que permanecen en nuestro bondadoso país para una mejor vida.
La construcción de cárceles es un acto imprescindible. Tenemos que entender que van a seguir llegando venezolanos, colombianos, ecuatorianos, argentinos, bolivianos al país. Perú, incluso con todos sus problemas y rarezas, sigue siendo un país interesante para los que ya no ven oportunidad en el suyo –definitivamente, Latinoamérica se está hundiendo–. No podemos escapar de esta ola migratoria, pero tampoco vamos a permitir que destruyan el país. Y cuando eso suceda, será solo responsabilidad nuestra. La migración masiva trae consigo a la delincuencia que, después de algunos años de organización, empieza a aterrorizar y asesinar a los peruanos por dinero. Eso lo sabe cualquier sociólogo; no importa el país ni el continente. No tenemos un lugar en donde refundir a todos esos delincuentes, cuyas vidas son inservibles para el bienestar de la sociedad; pero, increíblemente, aún tienen derecho a la vida. Y somos respetuosos de ello. Necesitamos más cárceles para luchar contra el terrorismo migratorio, porque no hay peor castigo para el ser humano que perder su libertad total.

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